La vida de Miguel Ángel Montoya, de 18 años, cambió este diciembre de 2021 luego de quemarse con pólvora mientras transitaba en una moto por las calles de Medellín, donde ya se han reportado 39 víctimas.
“Teníamos cuatro tacos, mi compañero prendió uno y al prenderlo la chispa prendió el taco que yo tenía en la mano izquierda”, recuerda sobre lo que vivió.
El quemarse con pólvora le dejó varias cicatrices en el rostro, tres dedos fracturados y en la cirugía se determinará si deben amputarle uno.
Consciente de su tragedia, le pide a la gente “que no jueguen con la pólvora, que la pólvora es muy traicionera y la verdad eso es muy peligroso porque eso le puede botar los dedos o dañar cualquier parte del cuerpo”.
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