Sin duda, los grandes afectados por la violencia en Arauca son sus habitantes, quienes terminan siendo víctimas de un conflicto que les impide vivir tranquilos .
Cansados, pero a la vez dolidos, en Arauca, los pobladores resaltan la presencia militar, pues aseguran que los hace sentir seguros.
Y es que aunque se deban refugiar para evitar ser una víctima más del conflicto que se vive con los grupos armados al margen de la ley, hay cientos de habitantes que nacieron y crecieron en Arauca y no están dispuestos a abandonar lo único que conocen.
Tal es el caso de Luis Alfonso, quien en 2019 fue secuestrado por disidencias de las FARC. Con dolor habla del momento que vivió y de su finca, la que se vio obligado a dejar atrás porque lo obligaron a abandonarla.
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“No pude desarrollar mis labores y mi deseo de ser ganadero se frustró porque los grupos insurgentes me lo impidieron”, dice.
La llegada de las fuerzas militares a Arauca da un parte de tranquilidad a los pobladores, quienes piden que el Ejército Nacional esté de manera permanente en este territorio golpeado por la violencia y el narcotráfico, pues aunque no es una región de cultivos ilícitos sí juega un papel importante en el tráfico de estupefacientes .
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“La insurgencia crece cada día y las disidencias de las FARC cogen más fuerza”, afirma Luis Alfonso.
Como Luis Alfonso, son cientos de personas que viven en Arauca y que han perdido todo por las extorsiones que se ven obligadas a cumplir para salvaguardar su vida y la de sus familias.