La letra de este clásico es un sutil reclamo a los valduparenses por no coronar como rey del acordeón al sanjacintero Andrés Landero.
El maestro Adolfo Pacheco compuso La Hamaca Grande en 1969, una icónica melodía que se posicionó como una de las insignias del vallenato.
La composición, que recoge la riqueza cultural y paisajística de los Montes de María, se convirtió en un himno para su gente y se inmortalizó como uno de los iconos musicales más grandes para el país, con más de cuarenta versiones de artistas nacionales e internacionales.
Pacheco, el último juglar vivo del país, es abogado, escritor y hasta político, ahora solo vive de la música, y desde su finca habla sobre el futuro del folclor en un país en donde, según él, a los políticos poco les interesa destinar recursos para la cultura.
“Sin el dinero no hay cultura y la cultura es la que gobierna todos los pueblos, sin cultura los pueblos desaparecen”, señaló el compositor.
En los cincuenta años de la Hamaca Grande, el maestro Adolfo Pacheco recibirá reconocimientos por todo el país, y, en un hecho sin precedentes, en Villanueva, La Guajira, el juglar se convertirá en el primer músico de la sabana en ser homenajeado en el Festival Cuna de Acordeones.
Updated: agosto 18, 2019 06:59 p. m.