Una serie de delitos, entre ellos blanqueo de capitales y explotación laboral, enredan al polémico exgobernador de Cundinamarca Pablo Ardila en España.
El exmandatario fue capturado recientemente en una lujosa mansión en la que quedaron en evidencia sus lujos y excentricidades.
Un operativo contra la trata de personas guió a las autoridades españolas, hace tres semanas, a la captura del exgobernador Ardila y su esposa, Luisa Plata.
Ambos vivían en la misma casa en la que habitó el exastro del fútbol Ronaldinho Gaucho durante su paso por el FC Barcelona.
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El procedimiento, hecho en la misma urbanización donde vive Lionel Messi, desnudó el lujoso estilo de vida del exgobernador, al que las autoridades le seguían la pista desde 2019 por la denuncia de una de sus empleadas por presunto abuso laboral.
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Para los investigadores, Ardila, su esposa y otros cinco detenidos integran una red de trata de personas con fines de explotación laboral que captaba víctimas en Colombia.
Las víctimas eran engañadas con promesas de una vida mejor y les costeaban los viajes hasta el país ibérico, para luego explotarlas en el servicio doméstico. El dinero por esta actividad ilícita era blanqueado en paraísos fiscales de Panamá, Suiza y Andorra.
Al prontuario de Ardila, quien estuvo preso en Colombia por enriquecimiento ilícito, se suman delitos contra la hacienda pública, la seguridad vial y contra el medio ambiente. Este último por cuenta de otra de las excentricidades del exgobernador, coleccionar animales disecados de caza.
Las autoridades hallaron 23 piezas que incluyen un león, un oso, patas de elefante y hasta de rinocerontes, elementos que habría llevado desde Colombia y cuyos permisos están siendo verificados.
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Sin embargo, los gustos del exgobernador en España son tan amplios y anchos como las sombra delictiva que siente en su contra. En un garaje también hallaron al menos seis carros de alta gama, que incluyen automóviles valorados en 300 mil euros - más de 1100 millones de pesos-.
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Según los investigadores, Ardila tenía un estilo de vida que no temía cómo sustentar, ya que no trabajaba y reportaba ingresos anuales de 25 mil euros.
Esta cifra contrastaba con los 14 mil euros que tenía que pagar mensualmente por el alquiler de la lujosa mansión que tiene vista directa al mar Mediterráneo.
Ardila y su esposa permanecen detenidos en una prisión preventiva de Cataluña. El exmandatario también se le investiga por una denuncia de abuso sexual.
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Los investigadores intentan esclarecer si la mujer de Ardila convalidó los títulos para ejercer como cirujana plástica, actividad que, aparentemente, realizaba con periodicidad y sobre la que tiene varias denuncias.
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