Tras el anuncio del presidente Gustavo Petro el pasado 29 de febrero, cuando indicó que se "suspende toda compra de armas a Israel
", las relaciones entre este país y Colombia se han complejizado, sobre todo en temas de seguridad nacional, pues la nación del Medio Oriente es una de los proveedoras más importantes para la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC) en cuanto a repuestos y mantenimiento de los aviones Kfir.
En este sentido, Manfred Grautoff, exasesor de seguridad nacional del Gobierno colombiano, manifestó que “los aviones Kfir están en una etapa de obsolescencia y la única empresa que los puede mantener es AIA, la empresa dueña de los Kfir y es la única parte donde pueden hacerlo. Esos aviones tienen unos problemas técnicos enormes”.
Por otro lado, “la batería Barak es una batería de defensa antiaérea. La defensa del control aéreo estaría perdida. El sistema de baterías Atmos del Ejército son piezas de artillería que se requieren. Estamos hablando de todo el sistema de guerra electrónica, es decir, inhibición de señales, guerra electrónica para evitar una agresión, para luchar contra el narcotráfico y demás. Eso estaría en riesgo. Toda la comunicación de la tropa en terreno se hace con radios UHF marca Elbit. Es decir, eso es Israel. Si eso se corta, nos quedamos prácticamente sin comunicaciones en operaciones”, afirmó Grautoff.
En línea con esto, el experto señaló que “hace mucho tiempo el general Ricardo Díaz, que era el viceministro de Defensa, advirtió la situación y esto requería gestión y liderazgo, porque hay más de 25 usuarios, por lo menos del (helicóptero) M-17, lo tiene China, lo tienen varias naciones europeas que fueron parte del antiguo bloque soviético. Es decir, había dónde hacerlo o trasladar el contrato, como él lo decía, a una empresa colombiana. Aquí se puede hacer, pero eso es un lío jurídico y eso requiere gestión, gestión que en el Ministerio de Defensa en este momento no hay”.
Frente a las cámaras de Noticias Caracol, Grautoff concluyó sobre este tema que “hay una reducción grave sostenible de las operaciones militares y eso tiene un reflejo".
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"El reflejo es que se ve la expansión de grupos armados, se ve el crecimiento de las tasas de homicidios, se ve el crecimiento del control territorial. Los soldados son retenidos en varias partes del país y no pasa nada. El Plan Ayacucho tocó reformarlo por una decisión judicial. Entonces es muy grave la situación en este momento”, recalcó.
¿Colombia puede fabricar los fusiles Galil?
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En cuanto a la posibilidad de que Colombia fabrique los fusiles Galil, crítico también para la seguridad nacional, el ex asesor explicó que se requiere de una licencia que otorga Israel.
“Toda la historia comenzó desde 1993, 1994, cuando dieron la licencia. En Colombia se hacen las piezas, se hacen muy bien. Se puede, pero se requiere una licencia. Eso tiene unas patentes. Entonces, ¿están en malas relaciones? Pues es grave. Y hay unas piezas muy especiales de esos fusiles que se requieren de la empresa, que es el fabricante original. Entonces la buena relación, las reformas y que los técnicos de armamento se hablen es necesario”, apuntó.
Y agregó: “No es simplemente que ya tenemos la licencia, que tenemos una relación. De todos modos, sí producimos el fusil, pero es por una licencia que el Gobierno de Israel amablemente en su momento le otorgó a Colombia. Israel ha sido clave en llevar a los grupos armados a las mesas de negociaciones y en sostener la seguridad del país”.