El hecho de que Sandra Milena Parra pocas veces se pueda bañar no le resta puntos a su arte de influenciar. Siendo habitante de calle se le metió al tema de las redes sociales y, aunque los likes no le quitan el sueño, son los que le han permitido tener comida y una cobija, así sea sin techo.
“Quiero estar al menos en un internado -no en un centro día-, que lo ponen a uno a hacer cositas, no pensar en las drogas, quiero salir de las calles para rehabilitarme”, cuenta Sandra en Noticias Caracol.
Se toma las selfis con toda normalidad y al natural. Sí, ella no sabe lo que es maquillar ni poner filtros a las fotos. Cuando se para al frente del celular es para narrar su cotidianidad. “La calle es dura. Mi papá, mi Dios, le pague por todo lo que están haciendo conmigo... el mejor regalo que le colaboren a los pobres, a los de la calle”, expresa.
Con ayuda de su amigo Fernando, a quien conoció en pandemia, tiene cuenta en las redes sociales.
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“Que le den ropita, comida y eso es lo que los seguidores han hecho. Vienen muchos seguidores y yo les pido que vengan hasta acá, la vean y le entreguen las cositas personalmente”, asegura Fernando Ruiz Osorio.
No tiene estrategia alguna para ser viral, pero siente que entre tantos seguidores no va a faltar el día en que sus familiares aparezcan y la quieran rescatar.
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“Muestra la realidad de muchas personas que habitan la calle, cómo es realmente, en todos los videos se muestra cómo es ella, cómo vive, cómo le afecta todo”, señala Mariana Bejarano, seguidora de Sandra.
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“Me parece una persona que necesita de mucho amor, de mucho afecto, ella es una persona que uno se sienta hablar con ella y le cuenta la historia de por qué está en la calle, lo llena a uno de sentimientos”, manifiesta Sandra Rengifo, otra de sus seguidoras.
Sandra quiere dejar las calles y volver a ser como antes. Espera, gracias a sus videos, poder encontrar a sus padres y a la hija que hace mucho tiempo abandonó.