Biólogos del Magdalena Medio antioqueño rechazan los hechos y advierten que esta práctica les puede costar la vida.
Un peligroso juego se ha vuelto costumbre en Doradal, corregimiento de Puerto Triunfo. Habitantes del sector se retan para acercarse a los hipopótamos mientras están pastando y cuando los animales se siente amenazados y los persiguen las personas emprenden su huida.
Pese a las advertencias de las autoridades, de que esta actividad puede resultar mortal, algunos habitantes del Magdalena Medio hacen caso omiso.
Los hipopótamos, que no son propios de esta región, llegaron a Puerto Triunfo en la década de los 80, cuando el narcotraficante Pablo Escobar trajo cuatro especímenes de forma ilegal para mantenerlos en su propiedad: la Hacienda Nápoles.
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Desde entonces, esta especie ha crecido indiscriminadamente, a tal punto que se ha convertido en un problema para el ecosistema.
Un estudio estima que, si no se toman medidas, la población podría estar entre 800 y cinco mil para el año 2050.
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