Gravemente herido lo trasladaron en un helicóptero de la policía desde las montañas de Tarazá hasta un hospital de Montería.
José Carvajal estuvo 15 días en cuidados intensivos. Los médicos lo salvaron y la vida le dio otra oportunidad.
“Escuché una explosión, nunca supe si era yo él que la había pisado, solamente supe que volé hacia el cielo, caí, puse la mano, el dedo lo fracturé, entonces vi mis pies, vi que uno ya no lo tenía, el otro lo tenía colgando”, contó Carvajal a Noticias Caracol.
Sus compañeros también erradicadores de la hoja de coca, desde la misma zona rural de Tarazá, donde ocurrió la tragedia, le enviaron sus mensajes de aliento.
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Las palabras tienen poder, José sobrevivió y aseguró que ver los mensajes de sus amigos lo llenó de más ganas de vivir.
“Pero a pesar de que yo en estos momentos no tengo piernas, yo lo puedo decir con mucho orgullo que Dios me ha regalado alas, porque soy una persona que a pesar de estas circunstancias difíciles he salido adelante”, manifestó.
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Su energía y sus ganas de salir adelante lo convirtieron en un héroe para el equipo médico que lo atendió.
“Bendito sea el señor, por la voluntad de Dios en nuestras vidas podemos estar unidos y vamos a seguir unidos”, expresó el padre del patrullero erradicador.
En un vuelo de la policía antinarcóticos junto con su familia, José regresó a Bucaramanga, su tierra natal.
Vea también: Así es el día a día de los erradicadores de coca en zona rural de Tarazá, Antioquia
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