En 33 años de matrimonio, Nelly Esperanza y Rafael enfrentaron todo tipo de batallas, pero fue en diciembre de 2020 cuando librarían la más dura de todas: la del coronavirus COVID-19 , que infectó a 7 integrantes de su familia.
“Mi mamá, que tenía más comorbilidades, fue la persona más afectada. A los pocos días de su contagio, tuvimos que internarla en la UCI”, dijo Tatiana Silva, hija de la pareja.
Pero Rafael nunca perdió la fe, por eso, le enviaba estos mensajes diarios mientras Nelly luchaba por su vida: “Tranquila que mi Dios nos tiene para adelante, cuídese bastante que ya casi nos vamos a encontrar”.
Una promesa que se rompió el día en que Nelly murió y Rafael tuvo que acompañarla hasta su última morada. Tatiana aseguró que cuando su papá dio positivo para COVID-19 “fue bastante duro para la familia” y, aunque “no tuvo síntomas”, el duelo por la muerte de su esposa fue muy difícil.
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“Él estaba bastante difícil, estaba realmente muy mal; tratamos de darle todo el apoyo posible, pero él, en medio de su dolor, quería irse con ella, era un amor tan grande que le tenía que él definitivamente quería acompañarla”, señaló Tatiana.
Y se fue tras ella. Rafael sufrió un infarto según le dijeron los médicos a su familia, que trataba de lidiar con el dolor de la doble pérdida. “Uno siempre como hijo quiere hacer más por ellos”, indicó la hija de la pareja.
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Rafael y Nelly ahora descansan juntos mientras sus cuatro hijos todos los días les cumplen la promesa de cuidarse contra el virus y le envían un mensaje a quienes aún tienen a sus padres con vida.
“Aunque estemos lejos, aunque estemos cerca, siempre decirles cuánto los queremos”, concluyó Tatiana.