“Ella venía con los bracitos abiertos, cuando se desplomó”. Ese es el crudo relato que Digna Esperanza Otaya ofrece sobre el asesinato de su nieta Dayana Ojena, una joven de 16 años, integrante de la Asociación Campesina del Cauca .
La abuela también cuenta que Kevin Rivero, el novio de la adolescente, fue hallado por los criminales debajo de una cama y ahí le dispararon.
El joven venezolano de 22 años había acompañado a su novia a visitar a sus allegados a Mercaderes, un municipio del sur del Cauca, de donde ella había huido hacía dos años cuando fueron asesinados su papá y otras dos personas, todas miembros de su familia.
Sandra Elisa Ruiz, de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos de Colombia (ANUC), dijo que Dayana había participado en las movilizaciones del paro nacional.
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“Hacemos un llamado al Gobierno, a las diferentes entidades, que miren, que algo está sucediendo, algo oscuro está pasando en nuestros territorios, no tenemos la culpa los campesinos de los que está sucediendo”, manifestó.
Ya son cinco miembros de esta familia los que han sido víctimas de grupos al margen de la ley, en el sur del Cauca.
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