En la noche de este jueves, dos de marzo de 2023, el ministro de Defensa de Colombia, Iván Velásquez, condenó el homicidio de un policía cometido en San Vicente del Caguán, Caquetá, en medio de enfrentamientos con campesinos.
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"El homicidio del subintendente Ricardo Arley Monroy, a quien dieron muerte sin compasión cuando se hallaba indefenso en poder de sus captores, merece el repudio general", aseguró el ministro a través de su cuenta en Twitter.
En ese sentido, Iván Velásquez agregó que "nada, nada, justifica este hecho cometido hoy en San Vicente del Caguán. Mi solidaridad con su familia".
El homicidio del subintendente Ricardo Arley Monroy, a quien dieron muerte sin compasión cuando se hallaba indefenso en poder de sus captores, merece el repudio general. Nada, nada, justifica este hecho cometido hoy en San Vicente del Caguán. Mi solidaridad con su familia.
— Iván Velásquez Gómez (@Ivan_Velasquez_) March 3, 2023
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Los enfrentamientos en San Vicente del Caguán se presentaron en horas de la mañana, luego de que miembros de las comunidades indígenas y campesinos entraran a las instalaciones de la empresa china Emerald Energy. Además de la muerte del uniformado por herida con arma cortopunzante, un civil también perdió la vida tras recibir un disparo.
Los manifestantes han venido protestando desde hace tres semanas en los alrededores del pozo petrolero de Campo Capella y, ante la difícil situación en la región, precisamente Emerald Energy sacó a los empleados.
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Los campesinos esperaban reunirse el pasado martes, 28 de febrero, con la viceministra para el Diálogo Social, la Igualdad y los Derechos Humanos, Lilia Clemencia Solano, pero no se presentó.
Esta sería la razón por la que los campesinos e indígenas se tomaron Campo Capella en San Vicente del Caguán.
En total, 78 policías y nueve trabajadores de la petrolera Emerald Energy fueron, según las autoridades, secuestrados por la guardia indígena.
El cuerpo del policía permaneció por más de cuatro horas en el mismo salón en el que sus compañeros estaban retenidos. Solo una intervención de la Iglesia hizo posible la entrega del cadáver.
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“Desconcierta la manera salvaje con la que acabaron la vida del señor subintendente cuando protegía a personas atemorizadas por la arremetida de una jauría que privilegió el caos sobre el diálogo”, manifestó el general Henry Sanabria, director de la Policía Nacional.