Boca Cerrada, una pequeña isla del departamento de Sucre , también sufre los estragos del invierno. Sus habitantes completaron tres días en medio del agua, se encuentran incomunicados, sin comida y sin dónde dormir, por lo que hacen un angustiante llamado.
"Pónganse la mano en el corazón y atiendan a Boca Cerrada: hay niños llorando, las mujeres. Aquí la gente no duerme ni de día ni de noche”, aseguró uno de los damnificados.
Son por lo menos 200 familias las que se encuentran bajo el agua en esta isla ubicada a 2 horas y media mar adentro desde San Onofre. La ola invernal las dejó con sus viviendas destechadas, incomunicadas, sin alimentación y sin servicio de energía.
“No tenemos comida, no tenemos nada, porque el mar está picado y no alcanzamos a salir. Nosotros somos pescadores”, señaló.
Publicidad
Este jueves, el gobierno municipal informó que unas 50 familias podrían ser reubicadas hacia otros corregimientos, pero algunos habitantes piden que les ayuden a reconstruir sus viviendas y a dragar un caño para evacuar las aguas.
Publicidad
“Como Estado estamos haciendo lo propio, pero queremos apelar a la solidaridad de todos los sucreños, que todos nos unamos a esta causa para rescatar a esas familias que fueron damnificadas en nuestro corregimiento Boca Cerrada”, dijo Héctor Olimpo Espinosa, gobernador de Sucre.
Hasta el lugar fue enviada una comisión de Gestión de Riesgo del gobierno departamental para adelantar un censo de damnificados y la entrega de ayudas.
El invierno ha azotado varias zonas de Colombia y una de las más afectadas en es el archipiélago de San Andrés y Providencia , que sufrió el embate del huracán Iota .