En la madrugada de este viernes, 9 de agosto, el municipio de San Sebastián, en el sur del Cauca, vivió un violento hostigamiento contra la Policía que ha elevado aún más las tensiones en la región. El ataque armado, ocurrido aproximadamente a las 3:30 a.m., es presuntamente atribuido al Ejército de Liberación Nacional (ELN). Este incidente se produce justo después del término del cese al fuego el pasado domingo, intensificando la crisis de seguridad en el área.
De acuerdo con las versiones preliminares, durante el hostigamiento, los atacantes también habrían perpetrado un robo en una sucursal bancaria local. Aunque se desconocen los detalles exactos sobre la cantidad de dinero sustraído, las autoridades están en alerta mientras investigan los daños y buscan posibles víctimas. Hasta el momento, no se ha confirmado si el ataque dejó personas muertas o heridas.
Violencia en el Cauca
Este nuevo episodio de violencia en el Cauca subraya la creciente inestabilidad en la región, que ha sido un foco de conflicto durante años. En días recientes, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, admitió que la fuerza pública ha perdido el control territorial en varias áreas del país, reflejando la compleja situación de orden público que enfrenta Colombia. La comunidad y las autoridades locales esperan una pronta respuesta para restaurar la seguridad en el Cauca y evitar futuros ataques.
Retroceso en control territorial
En los últimos meses, la situación de seguridad en Colombia ha empeorado significativamente, según lo admitido ayer por Iván Velásquez, ministro de Defensa. Señaló que la pérdida del control territorial por parte de las Fuerzas Militares y la Policía se ha acentuado, con un alarmante aumento en los índices de extorsión y secuestro en varias regiones del país. Este deterioro en la seguridad refleja una crisis más profunda en el manejo de la violencia y el conflicto.
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Durante los dos años de gobierno de Gustavo Petro, la fundación Indepaz reporta que se han registrado 352 asesinatos de líderes sociales y 168 masacres con un saldo de 559 muertos. En comparación, en la primera mitad del mandato de Iván Duque se contabilizaron 469 asesinatos de líderes y 110 masacres con 447 víctimas fatales. Estos números subrayan una persistente y grave crisis de violencia en el país, que se ve reflejada en el descontrol de territorios y el aumento de los crímenes relacionados con el conflicto armado.
En cuanto al proceso de paz, las negociaciones más avanzadas se han dado con el ELN, aunque desde enero los diálogos están congelados debido a la negativa de la guerrilla a continuar las conversaciones. El senador Iván Cepeda destaca que, a pesar de los avances previos, la falta de un cese al fuego activo y la dificultad para retomar la iniciativa por parte del Gobierno han complicado aún más la situación. Las negociaciones con otros grupos armados, como las disidencias de las FARC y el Clan del Golfo, también presentan serios obstáculos, mientras que los intentos de diálogo con el grupo de ‘Iván Márquez’ y el Ejército Gaitanista de Colombia siguen sin grandes avances.
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