Este sábado 16 de septiembre comenzó en el Cauca
un cese al fuego anunciado por las disidencias de las FARC que irá hasta el 20 del mismo mes. Este cese, que se registra horas antes del inicio de una nueva ronda de diálogos con el Gobierno Nacional, trajo un alivio y esperanza para los habitantes del departamento.
Quince días después de reunirse en Playa Rica, zona rural del Cauca, la delegación del Gobierno encabezada por Camilo González Posso se reunirá con las disidencias de las FARC, esta vez, para acordar la hoja de ruta que definirá la agenda a negociar.
“Están dadas las condiciones para que en esta reunión se defina un cronograma muy preciso de lo que va a ser todo este periodo inmediato de diálogos, de concertaciones, de desarrollos de agenda, de mecanismos de participación y sobre todo de medidas de alivio para la población”, indicó Posso.
Para avanzar en este encuentro, la estructura Jaime Martínez de las disidencias de las FARC anunció un cese al fuego unilateral que irá hasta el próximo 20 de septiembre.
“El anuncio fue muy pertinente, nos da más tranquilidad, nos da más condiciones, nos da más garantías, aunque es unilateral por el Estado Mayor central es muy positivo recibir este tipo de mensajes que van creando más confianza en la población”, opinó Feliciano Valencia, otro negociador del equipo gubernamental.
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El encuentro comenzará este domingo en las montañas del Cauca, zona donde hace presencia este grupo armado. Allí, las partes discutirán temas como: tierras, ambiente, seguridad, educación, despojo, desarrollo sostenible, economías ilícitas y víctimas del conflicto armado.
“El tema más álgido y sobre el que vamos a avanzar en estos días es el cese al fuego, eso es lo que se está trabajando más es lo que vamos a entrar a analizar son nueve protocolos que se han creado alrededor de decretar el cese al fuego”, añadió Valencia.
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Para expertos en conflicto, las partes, tienen un reto mayúsculo en este nuevo encuentro. Juan Manuel Torres, analista de PARES, “no está nada fácil la situación en el Cauca, hay mucha presión desde las organizaciones sociales y derechos humanos para que se avance, pero también hay muchos temores para saber las voluntades reales, sobre todo del Estado Mayor central”.
Las comunidades del norte del Cauca esperan que este encuentro traiga alivios humanitarios y que los fusiles por fin se silencien.