Noticias Caracol entrevistó a uno de los comandos especiales que lideró el operativo contra alias ‘Pueblo’, cabecilla del Clan del Golfo y primo del máximo líder de esa organización criminal, alias ‘Otoniel’.
Este hombre con más de 15 años al interior de la Policía Nacional hace parte del comando élite de la institución para el desarrollo de operaciones especiales.
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El agente lideró en varias oportunidades operaciones de asalto en contra de alias ‘Pueblo’, cuarto cabecilla del Clan del Golfo.
“Le ingresé en cuatro oportunidades, en dos de esas dejando personal herido, tanto de la estructura de ‘Pueblo’ como la de nosotros”, cuenta.
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Sin embargo, el pasado mes de agosto las unidades de inteligencia ubicaron a Darío Úsuga, alias ‘Pueblo’, en zona rural de Mutatá, Antioquia.
“Entrenamos por aproximadamente 15 días y al lanzar la operación se comienza una infiltración donde se ingresa con 15 días de comida y con mucha agua”, asegura.
Debían recorrer 25 kilómetros de inhóspito terreno, en las condiciones más adversas.
“Lloviendo día y noche, pues es muy duro, pero el comando Copes está hecho para esto, caminamos por ocho días dándole día y noche. Mientras usted va andando lo que hace es tomar agua lluvia y darle gracias a Dios por lo que nos está dando”, señala.
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Luego de una semana de infiltración, los riesgos aumentaban.
“Gente de civil con perros de cacería entrenados para detectar personas, entonces el comando tiene que tomar la iniciativa de no dejarse detectar, no dejar la huella. Ellos tienen registros en sus cuadernos de horas y días en que ellos pasan por esas zonas para detectar si son ellos o somos nosotros”, manifiesta.
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Tras pasar el primer anillo de seguridad, y estar en plena boca del lobo, los comandos disminuyen la velocidad del desplazamiento.
“Comienza la zozobra, la adrenalina, el corazón late más rápido, usted está más a la expectativa, el dedo en el gatillo y uno piensa más en la familia, ¿cómo está mi hijo?, ¿llegaré a casa o no llegaré?”, expresa.
“Pasamos el segundo anillo del campamento y estábamos a un kilómetro de la casa objetivo. Nos percatamos de que vemos gente armada con fusil AK47, vemos muchos perros, pero no vemos el objetivo”, relata.
Los comandos retrocedieron y se ubicaron en un punto más alto.
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“Como era tan parado, tan inclinado y feo, nos tocó amarrarnos a los árboles, La inclinación del terreno puede ocasionar que un comando se resbale o un morral se resbale y caiga, entonces esto ocasiona ya en este punto no que nos detecten, sino que nos disparen directamente”, indica.
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Tras cuatro días camuflados y casi inmóviles, el agua y la comida empiezan a escasear, pero llegó la hora cero y lograron detectar a alias ‘Pueblo’ en el campamento.
“Nos pusimos todo el equipo nocturno y hacemos un asalto, un envolvimiento a la vivienda. Caminamos lo más lento y nos infiltramos lo más cerquita que pudimos y nos tocó ejecutar la maniobra. Ningún comando puede ni pausarse ni echar un pie atrás, siempre tiene que andar adelante, los bandidos salen a correr, ven la presión de los Copes, y al salir alias ‘Pueblo’ dispara y es neutralizado”.
Esta operación denominada ‘infiltración perfecta’, hace parte de las nominadas al Premio a la Excelencia Policial.
“Detrás de cada hombre de operaciones especiales, detrás de cada operación y procedimiento que se realiza hay un equipo grande de personas y medios, está la inteligencia y la investigación criminal”, asegura el coronel Gildardo Correa Sánchez, comandante de operaciones especiales de la Policía.
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