La mujer es la encargada de identificar a las víctimas, luego le ordena a una de las niñas que agarre el botín y se van como si nada.
Luego de varios segundos de simular una conversación telefónica le da la orden a la menor que se agache sigilosamente y tome el bolso de una mujer que está sentada.
Según las autoridades, en Sucre se han judicializado doce padres de familia que han incurrido en el delito de instrumentalización, es decir, que utilizan a sus hijos para hurtar.
Los padres de familias que sean sorprendidos utilizando a los menores cometiendo este delito pueden pagar condenas entre diez y veinte años de prisión.
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