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Indígenas de Bagadó que se tomaron la Alcaldía de Medellín pasaron la noche en un coliseo

Los indígenas de Bagadó, Chocó, que este miércoles se tomaron la Alcaldía de Medellín, están a la espera de los resultados de la mesa de diálogos que se instaló.

Un grupo de cerca de 500 indígenas, entre ellos 300 menores de edad, pasaron la noche en el coliseo Carlos Mauro Hoyos, de Medellín , luego de que una marcha en la que participaban terminó en enfrentamientos con la Policía y las autoridades. Esto ocurrió tras entrar a la fuerza a las instalaciones de la Alcaldía de Medellín.

La marcha inició pacíficamente y palidecía frente a la protesta de taxistas que había sido anunciada en la capital de Antioquia. Pero cuando llegó a la Alcaldía de Medellín se tornó violenta. Con palos y piedras redujeron los controles de los vigilantes, quebraron vidrios y dañaron torniquetes para luego tomar posesión del hall principal, mientras que el personal encargado de controlar el ingreso tenía que abandonar sus puestos para no ser agredidos.

El Esmad hizo presencia ante el problema de orden público que se originó. Mientras tanto el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, señaló en su cuenta de Twitter que “se realiza una protesta a la que no voy a ceder: una comunidad indígena (saben que los respeto) me pide que los deje usar sus niños para pedir plata, trabajar, hacer bailes a extranjeros hasta altas horas de la noche. En Medellín esto no está y no estará permitido”.

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Tras el enfrentamiento, representantes de los indígenas de Bagadó, Chocó, fueron trasladados a un coliseo, en donde pasaron la noche.

Los líderes indígenas reclaman que el Gobierno los ha abandonado y han reivindicado su derecho al trabajo.

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El alcalde Daniel Quintero dice que no cederá ante el tema de la mendicidad y, especialmente con menores de edad, y asegura que pagará el retorno de quienes quieren regresar a sus territorios. Otros sectores aseguran que el problema es más de fondo.

“El problema de fondo es que estas comunidades llegan desplazadas del Chocó, principalmente, pero también de algunos resguardos de Risaralda y Antioquia, y llegan a la ciudad con un precario dominio del español y sin recursos. Entonces alquilan piezas en Niquitao, en inquilinatos estrechos, y salen a las calles en busca de ayuda”, dice el diario El Colombiano.

Mientras se soluciona la solución con los indígenas de Bagadó, la alcaldía se ha encargado de la alimentación tanto de adultos como menores de edad.

En el lugar hacen presencia diversas autoridades para verificar el bienestar de esta población.

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