El incendio en Barranquilla de dos tanques de gasolina de Bravo Petroleum, empresa dedicada a la movilización de hidrocarburos en el río Magdalena, sigue generando una emergencia en la capital del Atlántico. Hasta allí se desplazó la ministra de Minas, Irene Vélez, quien junto con otras autoridades se puso al frente del tema.
El incendio en Barranquilla se inició a las 4:30 a.m. del pasado miércoles, 21 de diciembre, y paralizó la actividad portuaria, pues se presentó en la Compañía de Puertos Asociados (Compas). Además, se dio orden de evacuar la zona de un kilómetro a la redonda, lo que afectó la operación de las fábricas de Distornillos, Harina de trigo La Nieve, Bristol, Ecopitillos, entre otras.
En este momento, unas 100 personas y 9 máquinas de Bomberos apoyan la operación. Los cuerpos de socorro no solo son de Barranquilla, sino que han llegado de Cartagena, Malambo y de la planta de Ecopetrol.
Según han explicado los encargados, los tanques en los que se presentan las llamas contienen 54 mil barriles de gasolina corriente. Bomberos y cuerpos de socorro luchan para que el incendio no se expanda a un tercer tanque, que contiene gasolina para avión.
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Ante la preocupación por un posible desabastecimiento a causa del incendio en Barranquilla, la ministra Irene Vélez afirmó que esto no ocurrirá.
“Cuando decíamos que había posibilidad de un desabastecimiento es porque esa gasolina corriente que estaba ahí iba a abastecer varias zonas de frontera del norte del país, entonces vinimos a asegurarnos de esa situación y entender de la mano de Ecopetrol que está aquí, cuál es la estrategia de abastecimiento, para asegurar que no haya ninguna situación en frontera. Lo que podemos concluir es que efectivamente, gracias a que otros agentes de abastecimiento han comenzado a hacer distribución en la zona y a proveer ese combustible, entonces no se ha generado desabastecimiento”, indicó Vélez.
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El Ministerio de Minas inició una investigación para determinar las causas del incendio en Barranquilla, que dejó, además, a un bombero muerto. El sargento Javier Solano falleció mientras intentaba apagar las llamas en el lugar de los hechos.