El magistrado Eduardo Castellanos Roso, que estuvo detenido durante dos años por sus presuntos nexos con la mafia, pretende volver a impartir justicia.
Alegando que llevaba más de 500 días detenido sin que se culminara su juicio, recuperó la libertad el pasado 29 de diciembre.
Tras quedar libre por vencimiento de términos y pese a las graves acusaciones en su contra por el presunto favorecimiento a Miguel Ángel Mejía, alias ‘el Mellizo’, el magistrado Eduardo Castellanos Roso pidió su regreso a la rama judicial.
Así se lo hizo saber al presidente de la Corte Suprema de Justicia, magistrado Jorge Luis Quiroz.
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"Con todo comedimiento expreso que a partir de la fecha reasumo mis funciones como magistrado de la sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá", indicó.
Antes de caer el telón de 2020, Castellanos Roso recuperó su libertad porque, entre los aplazamientos por la pandemia y las demoras de las diligencias judiciales, acumuló más de 500 días detenido en la cárcel La Picota sin que terminara su juicio.
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Según esas cuentas, el juicio comenzó el 17 de octubre de 2019 y pasaron 27 diligencias sin que concluyera.
Su petición causó revuelo al interior de la Corte Suprema . Ahora la sala plena deberá pronunciarse en los próximos días, pero la sensación entre algunos magistrados, según conoció Noticias Caracol, es que el retorno de Castellanos Roso sin que resuelva sus líos judiciales es impresentable.
Noticias Caracol reveló recientemente el testimonio del principal testigo contra Castellanos Roso.
Se trata de Marco Tulio Quintero Cano, exabogado de alias ‘el Mellizo’. Según contó el abogado, el primer acercamiento entre el magistrado y su cliente se dio a través de una carta manuscrita que el narcotraficante mandó desde los Estados Unidos.
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Tiempo después, dice el testigo, le dio en 3 entregas 50 mil dólares a cambio de favorecer al ‘Mellizo’ en Justicia y Paz.
"Se hizo al fondo de la mesa, al pie del baño de la cafetería; había poca gente, le dije que ahí estaba el regalo que le mandaban, le entregué un sobre de manila, se lo pasé por debajo de la mesa y él lo cogió", expresó Quintero Cano.
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Además del testimonio de Quintero Cano, la Fiscalía tiene grabaciones que el abogado le hizo al magistrado, algunos chats y un video que capta la supuesta compra de un celular que Castellanos le regaló al abogado para que se comunicaran privadamente.
Corrupción en la rama judicial:
Francisco Bernate, abogado de la rama judicial, reaccionó así a la libertad de Castellanos:
“Esto tiene una problemática de legitimad. Imagínese usted que como ciudadano el fiscal que lo investiga o el magistrado que lo va a acusar usted lo ‘googlea’ y aparece que está investigado por corrupción (...) nosotros creemos en la presunción de inocencia, pero creemos que cuando un juez encuentra indicios para enviar a alguien a la cárcel debe ser suspendido mientras dure el proceso y si es absuelto debe reestablecerse los salarios que ha dejado de percibir. Pero no puede ser que salen libres por vencimientos de términos y de inmediato haya que reintegrarlos”, dijo el abogado.
La defensa de Castellanos ha dicho que el abogado Quintero Cano es un mentiroso y que engañó a su cliente para sacarle un dinero que nunca llegó a manos del magistrado.
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Incluso, recordó que Castellanos Roso lo expulsó de Justicia y Paz.
Al margen de las pruebas en su caso, lo cierto es que tras recuperar la libertad, Castellanos Roso está exigiendo regresar a su despacho.