Hace 25 años una pareja de jóvenes fue desaparecida por la extinta guerrilla de las FARC
cuando intentaba huir de la guerra en su territorio. Según las hipótesis, los jóvenes no pertenecieron a ningún grupo armado ilegal.
Han sido kilómetros los recorridos por los miembros de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas en su trabajo de encontrar a una pareja de enamorados que, al intentar huir de la guerra, fue cruelmente asesinada por la guerrilla de las FARC.
“Para el desarrollo de esta misión participamos con un equipo de 14 personas, 6 de ellos miembros de la comunidad que fueron contratados por la Unidad de Búsqueda como trabajadores, 6 personas del equipo forense y los integrantes del equipo territorial con sede en Ibagué. Abordamos las 7 áreas de interés que cubrieron más de 1.000 m² y requirieron al menos 50 horas de trabajo efectivo en campo para su exploración”, explicó Karen Quintero, antropóloga UBPD.
El amor de Juana y Enrique fue más fuerte que lo que sucedía en su entorno, por eso quisieron huir de la zona azotada por la violencia para encontrar un mejor futuro, lejos de las manos del conflicto armado. Hasta el día de hoy sus cuerpos no han podido ser recuperados en su totalidad.
La antropóloga Karen Quintero señaló que “en esta oportunidad no logramos el hallazgo de estructuras óseas humanas o evidencias asociadas a este sitio de disposición”.
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La familia de Juana y Enrique emprendió una búsqueda incansable para hallarlos. Las hipótesis que hoy se manejan del caso son: que los cuerpos fueron trasladados a otro punto del cerro o que, por la densidad de la vegetación y el tiempo transcurrido, los restos pudieron desaparecer en su totalidad.
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“La participación de las familias es considerada por la unidad y por nosotros como servidores como una directriz principal que traza lineamientos para el desarrollo de nuestras actividades. En esta oportunidad continuamos con la búsqueda de las personas dadas por desaparecidas en este plan regional”, destaca la experta.
Juana y Enrique no eran guerrilleros, eran solo jóvenes que huyeron por temor a una guerra que sometió por más de 50 años a un país. A ambos las extintas FARC les destruyeron un sueño que hoy permanece en la eternidad.