Según la Fiscalía, la mujer vivía en una humilde residencia al sur de Bogotá, pero los contratos llegaron a sumar 300 mil millones de pesos.
Estos negocios incluían a las Fuerzas Militares y varios ministerios y eran para suministro de papelería.
Con su declaración la mujer dejó en evidencia otra trama de corrupción.