Human Right Watch (HRW) le hizo un fuerte llamado al presidente Gustavo Petro para que deje la tibieza y condene lo que está ocurriendo en Venezuela en cuando a violación de derechos humanos, tal como lo hizo con Israel y su cruenta guerra con Hamás, que ha dejado miles de muertos en Gaza, muchos de ellos mujeres y niños.
“Es evidente que en Venezuela no hay una democracia. Le hemos pedido al Gobierno colombiano que, además de seguir adelante con su proceso democrático para insistir en que se publiquen los resultados electorales, para insistir que haya una veeduría independiente, se tome también muy en serio el rol que ha tomado en otros escenarios como en el caso Israel y Palestina, en exigir que se haga justicia por las gravísimas violaciones de derechos humanos que han sucedido en Venezuela ante la Corte Penal internacional”, dijo la directora ejecutiva de HRW, Tirana Hassan, de visita en Colombia para reunirse con el Ejecutivo y visitar el Darién.
“Clan del Golfo controla el negocio de los barcos”
Así mismo, la ONG recordó que los migrantes que cruzan el Darién están expuestos a vulneraciones como robos, extorsiones y violencia sexual.
"La mayoría de los abusos ocurren en el lado panameño de la frontera", aseguró a la prensa la directora ejecutiva de HRW.
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Según el informe, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha atendido a 1.500 personas que reportaron violencia sexual en esa zona entre 2021 y 2024. "Es una cifra sorprendente", agregó Hassan.
La abogada y activista aseguró haber escuchado en terreno "historias de mujeres y niñas, a partir de 15 años, que llevaban sus propios anticonceptivos de emergencia" ante la alta "probabilidad de ser violadas durante el trayecto".
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En esa zona fronteriza, Hassan constató la "presencia del Clan del Golfo", la mayor banda narcotraficante de Colombia. Al intentar consultar a los migrantes sobre sus condiciones humanitarias y de seguridad, "callaban, susurraban y estaban visiblemente asustados".
El Clan del Golfo ha sido señalado en diversos informes de organismos internacionales como el principal actor involucrado en el tráfico de migrantes en esa región, pese a que sus líderes lo niegan.
Juanita Goebertus, directora para las Américas de HRW, reveló que “lo que pudimos ver ayer que estuvimos en Turbo y Necocli es que el Clan del Golfo controla enteramente el negocio de los barcos que salen de Necoclí y que salen de Turbo; hay una total presencia y hay una ausencia absoluta por parte del gobierno. Los pocos funcionarios de Migración que están allí, a duras penas recogen algo de documentos, ni siquiera saben cuántas personas salen, hay realmente una falta de control migratorio y de seguridad”.
Aseguró que “el Clan del Golfo recibe por cada migrante 125 dólares, eso significa que aproximadamente al año, al ritmo que iba la migración pasando por el Tapón del Darién, el año pasado el Clan del Golfo recibió 65 millones de dólares”.
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