Hasta un resguardo ubicado en zona rural de Páez, Cauca, llegó un grupo de hombres armados en búsqueda de Aida Quilcue, defensora de derechos humanos de la Organización Indígena de Colombia, ONIC.
“Fueron cinco sujetos con prendas militares, que incursionaron en el territorio, pero, gracias a la parte activa de la guardia (indígena), no pudieron llegar hasta donde ella estaba y hoy estamos en alerta máxima”, dijo Ferley Quintero, consejero mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca - Pueblo Yanaconas.
Simultáneamente, otro grupo de hombres armados incursionó en zona rural de Caldono, Cauca, en busca del coordinador de la guardia Fánor Mulcué.
“Esto es un asunto más de fondo, que implica seguir revisando ese aspecto, que se cumpla con el acuerdo de paz y que eso sea parte de la voluntad política, ayudar a mitigar toda esta situación del crecimiento nuevamente en este posconflicto”, afirmó Jhoe Sauca, defensor de derechos humanos del CRIC.
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Según la Oficina de Derechos Humanos del Consejo Regional Indígena del Cauca, en lo que va corrido del año han sido asesinados 28 indígenas, entre ellos 8 líderes políticos de la organización y 58 más están amenazados.
“Se ha disparado la ola de amenazas, tras la ola de muertes, y, hasta el momento, el Gobierno nacional no sea pronunciado frente a la situación. Se ha pronunciado, pero solamente de palabra, pero no en acciones”, sostuvo Quintero.
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Los nuevos atentados tienen en alerta máxima a la dirigencia indígena del Cauca, que pidió acciones del Gobierno nacional para defender su integridad.