Por primera vez, la justicia colombiana condenó a una piloto de aviación luego de encontrarla responsable de ungrave accidente aéreo , que ocurrió en el año 2016 y en el que murieron un capitán y su estudiante.
El joven aspirante a piloto era hijo de un general, que en ese entonces integraba la cúpula de la Policía y que decidió romper el silencio sobre el siniestro que le costó la vida a su ser querido.
Noticias Caracol conoció el peritazgo de este caso, en el que la instructora Ana Milena Sepúlveda y su estudiante resultaron ilesos luego de ejecutar con éxito un aterrizaje de emergencia.
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El general en retiro William Ruiz, piloto y excomandante de la Policía de Bucaramanga, recordó lo último que le dijo a su hijo antes del mortal accidente: “Le manifesté que la aviación es una pasión y al ser una pasión es una actividad muy segura. Él me dijo ‘papá, volar es difícil’. Era su segunda hora de vuelo”.
Luego de sostener esa charla, el joven se subió a la avioneta Cessna 152 con matrícula HK 2092G.
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“Procede a despegar con el fin de realizar vuelo de instrucción doble comando en la zona de entrenamiento ubicada entre las poblaciones de El Espinal y El Guamo, Tolima. Efectuando familiarización con la aeronave”, aseguró un perito de la defensa.
Minutos después, la aeronave Piper empieza su entrenamiento de pista para toques y despegues, realizando circuitos de tránsito al lado de la pista 2.0 del aeropuerto Santiago Vila.
A las 10:14 a. m., es decir, casi 50 minutos después de despegar y entrenar, la torre asigna turnos para el aterrizaje de las dos avionetas .
Se asigna el número uno al Cessna y el número dos al Piper.
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Los peritos de la defensa dicen que entre la última comunicación del Piper y la torre de control hasta el momento aproximado de la colisión transcurrieron unos 3 minutos.
Aseguran que el avión Piper viró para aterrizar a 400 pies sobre el terreno y hacia los puntos de referencia, pero en el vuelo, para los testigos, investigadores y la Fiscalía, la comandante instructora cometió un grave error.
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“Confirmando un recorte en el circuito diseñado sin cerciorarse la ubicación de la aeronave que los precedía”, dijo la defensa.
Una vez el perito entregó el informe, el fiscal del caso lo sustentó ante el juez.
“Digamos entonces que la aeronave al mando de la capitana, hoy acusada Ana Milena Sepúlveda, fue la que llevó a cabo esa maniobra”, recalcó el fiscal Óscar Toro.
La maniobra, según la investigación, terminó en el fuerte impacto en el ala izquierda de la avioneta Cessna, que se fue en picada contra el suelo.
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La conclusión de los peritos fue contundente: la instructora sobreviviente no dijo la verdad en el reporte que dio desde el aire.
“Aló, torre, acaba de suceder un accidente con la otra aeronave. Nos impactó, torre. ¿Me copia? Nos impactó la otra aeronave por la cola, voy a efectuar un aterrizaje en la pista 02. Voy a aterrizar de emergencia porque mi avión está volando”, dijo en aquel momento la instructora Ana Milena Sepúlveda.
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Carlos Manuel Silva, director Seccional de Fiscalías de Cundinamarca, expresó que la maniobra de la instructora a bordo de la avioneta Piper fue una “violación de los reglamentos establecidos” y que su negligencia consistió en que “no observó los principios básicos de la aviación”.
“Se termina imponiendo sentencia condenatoria en contra de la persona que piloteaba la aeronave que resulta ser responsable a título de culpa y condenándola a 56 meses de prisión. Nosotros no tenemos información de que en un accidente aéreo se haya atribuido responsabilidad penal”, concluyó Silva.
Con esta condena, para la familia de Nicolás Ruiz, estudiante fallecido, se hizo justicia.
“Hoy una familia, ante tanta tristeza, se regocija de que la justicia y la verdad han llegado a donde deben en un caso tan técnico por homicidio culposo frente a un accidente aéreo. En este caso llegamos más al fondo y mostramos a través de la norma de que esto no tenía que quedarse en una recomendación”, complementó William Ruiz, quien además dijo que la piloto en cuestión “se distraía con el celular” y “cumplía actividades de maquillaje en pleno vuelo”.
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Hoy, en el corazón de esta familia sigue viva la sonrisa del hijo, hermano y amigo que se fue y extrañan con mucho amor y nostalgia.