“Nadie ve por ti mismo”, con esta consigna de vida creció el abogado Óscar David Gómez, considerado por la publicación especializada en abogacía del Reino Unido, ‘Chambers & Partners’, como el mejor abogado de América Latina.
Su historia se remonta a Marinilla, Antioquia. Antes de nacer, los médicos, que trataron a su mamá, confirmaron que no vería.
“Yo tengo una pérdida de la visión de más del 99 por ciento, sobre todo en el ojo derecho, el ojo izquierdo lo tengo totalmente perdido. En el ojo derecho tengo algo de visión, que para mí es muchísimo, que para mí es todo”, relató Óscar.
Entonces, empezó su lucha; primero con su discapacidad y después contra los perjuicios de la sociedad. No ha sido fácil, pero este abogado de 45 años ha salido adelante.
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“Desde muy pequeño me metieron en la cabeza que yo era capaz de hacer lo que quisiera independiente a que mis ojos o a cualquier cosa que me dijera que no era capaz. La sociedad todavía tiene algunos paradigmas y al comienzo hay alguna reticencia, alguna inquietud, pero yo siempre he dicho algo; a mí regáleme 5 minutos para que sepan quién soy y para que sepan de lo que soy capaz de hacer”, aseguró.
Casado hace 18 años y con un hijo de 13, Óscar David logró no solo superarse, sino ser dueño de una exitosa firma de abogados en Medellín con vasta experiencia en Europa, Estados Unidos y África. Sin duda, un ejemplo para quienes tienen y no alguna discapacidad. Ejemplarizante, pero también crítico.
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“Es muy triste ver que son muy pocas las personas con alguna discapacidad que ocupan cargos públicos en el país o privados o que hacen parte de las grandes juntas directivas, cuando somos un gran porcentaje de la población”, manifestó.
Para este hombre recibir el que es considerado el premio Óscar de la abogacía significa un gran compromiso con la justicia, tan criticada en este país.
Quiere sumar a la sociedad, entregar su mensaje para que, en el mundo, quienes no vean con los ojos del cuerpo, sí lo hagan a través de la superación.