El médico terapeuta respiratorio Rubén Darío Galvis estuvo 12 días en la UCI del hospital El Tunal, en Bogotá . En ese centro asistencial se destaca por entregarse al máximo para salvar las vidas de sus pacientes y allí mismo, cree, se contagió de COVID-19.
“Somos la personas que estamos combativos en la ayuda para poder asistir en la intubación o reanimación de una paciente”, explica sobre su labor.
Los primeros síntomas de que nada andaba bien fueron una fiebre y dolor de garganta.
Ese fue el inicio de su tortura por cuenta del coronavirus. Después empezaron los problemas respiratorios. “Cada vez me fui quedando sin más oxígeno, me quedaba asfixiado”, describe.
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Mientras él luchaba por salir adelante, veía que al frente tenía un compañero, también médico, que padecía por el COVID-19.
“Gran amigo, trabajo con nosotros en esta red, desafortunadamente no ganó la batalla, era una persona joven”, indica.
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Por eso, el médico Galvis espera que sus compañeros de la Red Sur de Bogotá que no se han contagiado sean vacunados para no verlos morir.