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Historia de abogado antioqueño contagiado con COVID que murió esperando una cama UCI

Juan David Morales, que laboraba en la Defensoría del Pueblo, se había casado recientemente. Su esposa hizo hasta lo imposible para remitirlo, pero no lo logró.

Juan David Morales tenía 41 años, dos pequeñas hijas y era abogado en la Defensoría del Pueblo en Medellín ; hace tres meses se había casado, después de 8 años de vivir en unión libre con su pareja, Claudia Patricia Pérez.

Sin embargo, la felicidad de un sueño cumplido y la ilusión de una vida hasta viejitos, se frustraron por el COVID-19.

Luchó por su vida tres días esperando una cama UCI en Salud Total de San Diego (en Medellín). Él nos decía que no quería morirse, que no lo dejáramos morir, que lo sacáramos de allí, pero no teníamos para dónde.
Claudia Patricia Pérez, esposa del abogado Juan David Morales.

Ella permanece aislada en su casa, al igual que sus dos hijas, por estar contagiadas. Desde allí asegura que su esposo, pese a que siempre portaba el tapabocas, adquirió el virus al parecer en un centro comercial.

“Luchamos por nuestros propios medios para conseguir una cama UCI donde lo atendieran, pero no fue posible. Cuando se dio la oportunidad de trasladarlo a Bogotá, fue imposible hacerlo”, relató.

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No había un avión o un helicóptero para trasladarlo. Buscamos por nuestros propios medios y resultó un helicóptero, pero ya el médico nos dijo que no lo podíamos mover, su cuerpo no resistía”, agregó.

Al menos 200 personas esperan una cama UCI

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De las 1.006 camas uci que hay en Medellín, solo quedan 16 disponibles. En la sala del Centro de Regulación de Urgencias (Crue), se la juegan minuto a minuto para tratar de ubicar a los pacientes críticos en una cama de cuidados intensivos.

Y en hospitales como el Pablo Tobón Uribe, a sus médicos ya les toca escoger, de acuerdo a las probabilidades de sobrevivencia, que paciente ocupa o no una unidad de cuidado intensivo.

Priorizar quién debe ir a una unidad y quién en un momento dado tiene que tener otros cuidados menos complejos y hacer hasta dónde podamos hacer. Esto lo hace un grupo al lado de los profesionales porque genera una carga emocional gravísima”, explicó Andrés Aguirre, director general del hospital Pablo Tobón Uribe.

Como ese, por lo menos hay otros 23, donde la capacidad está desbordada. En las últimas horas, 80 personas murieron víctimas del COVID-19 en Antioquia y 4.125 personas lo adquirieron.

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