Hermano de alias ‘Guacho’ fue detenido en operativo en Nariño

Ejército y Fiscalía llegaron hasta la zona de Llorente, en el corregimiento de Tumaco. Juan Gabriel Arizala es considerado el hombre más cercano al disidente.

El Ejército colombiano capturó al hermano de ‘Guacho’, uno de los hombres más buscados por Colombia y Ecuador y quien comanda un grupo de disidentes de la disuelta guerrilla FARC que opera en la frontera, según autoridades.

El sospechoso fue identificado como Juan Gabriel Arizala, alias ‘Javier’, y su detención se produjo en una apartada zona del municipio de Tumaco, en la zona limítrofe, dijo el mando militar en un comunicado.

Javier enfrentará cargos por "concierto para delinquir", precisó por su parte la Fiscalía, debido a los nexos con el grupo que encabeza su hermano ‘Guacho’, de origen ecuatoriano, y a quien las autoridades identifican ahora como Walter Arizala.

El presunto colaborador del exguerrillero -implicado en el asesinato de un equipo de prensa ecuatoriano que había sido secuestrado el 26 de marzo en la frontera- cayó en medio de los intensos operativos que se realizan en ambos lados de la frontera.

Así registró la Fiscalía el momento de la captura:

‘Guacho’, quien en un comienzo fue identificado oficialmente como Walter Artízala, se apartó del acuerdo de paz con el ahora partido FARC, que condujo al desarme de unos 7.000 rebeldes en 2017.

El exmando medio de la guerrilla marxista es acusado por el Ejército colombiano de operar como brazo armado del cartel mexicano de Sinaloa, y de estar además involucrado en el secuestro de una pareja de ecuatorianos.

Arizala se disputa con otras bandas el control del narcotráfico en Tumaco, una empobrecida localidad del departamento de Nariño que concentra la mayor cantidad de narcocultivos en Colombia.

A principios de año ‘Guacho’ y sus hombres desataron una inusual ofensiva en Ecuador que ya deja siete muertos, cuatro militares y los tres trabajadores del diario El Comercio de Quito.

Los disidentes están inmersos en el tráfico de cocaína hacia Estados Unidos, a través de la ruta del Pacífico, así como en la explotación ilegal de madera y oro, entre otros.

Sin un mando unificado, inteligencia militar calcula que esos grupos cuentan con un pie de fuerza de 1.200 combatientes distribuidos en varios puntos de Colombia.