Habló Antonio Salas, uno de los tres mineros atrapados en Lenguazaque, Cundinamarca, que confían en ser rescatados en las próximas horas.
“Con la fe de Dios ya no queda mucho para destapar ya, yo creo que en muy pocas horas estamos afuera compartiendo con ellos y me ha dado un gran apoyo mi familia”, dijo el trabajador.
“Hemos estado quieticos, tampoco nos vamos a esforzar mucho la salud de nosotros acá. Gracias a Dios en este momento estamos bien”, agregó.
Los organismos de socorro no han detenido su labor un solo minuto.
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A la mina de carbón, donde están atrapados, hay que bajar por una montaña.
Los grupos de socorro ya adentro superaron la primera zona de derrumbe, de unos 37 metros, y llegaron hasta la vagoneta que obstruye el paso, pero a menos de 5 metros están los tres mineros.
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