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El huracán Beryl ha captado la atención mundial al intensificarse rápidamente en el océano Atlántico, convirtiéndose en uno de los primeros huracanes de gran magnitud de la temporada de 2024. Desde su formación como depresión tropical hasta su ascenso meteórico a categoría 4, Beryl ha demostrado una capacidad inusual para fortalecerse en aguas cálidas, presentando un riesgo potencial significativo para las regiones costeras del Caribe, incluyendo Colombia.
Según los últimos informes del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, Beryl ha alcanzado vientos sostenidos de entre 211 y 250 km/h, colocándolo en la categoría de huracanes capaces de causar daños devastadores en infraestructuras y comunidades vulnerables. A medida que avanza hacia el oeste-noroeste, se espera que el huracán impacte áreas como Trinidad y Tobago, y potencialmente influencie las costas de Venezuela y el norte de Colombia en los próximos días.
En Colombia, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) ha emitido alertas verdes para todos los departamentos costeros del norte y una alerta amarilla específica para La Guajira. Estas medidas preventivas buscan mitigar los posibles riesgos asociados con las intensas lluvias, vientos violentos y el oleaje elevado que Beryl podría desencadenar.
Tatiana Sierra, jefa de pronósticos y alertas del Ideam, subrayó la importancia de estar preparados y atentos a los cambios en la trayectoria y la intensidad del huracán. "Beryl ha evolucionado de manera rápida y se espera que continúe su movimiento hacia el norte, aunque actualmente no se anticipa un impacto directo en las costas colombianas principales ni en las islas de San Andrés y Providencia. Sin embargo, dada su potente categoría, estamos alertas ante cualquier cambio en su curso", explicó Sierra.
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Sierra añadió que, hacia el martes 2 de julio de 2024, se espera que "el huracán Beryl se encuentre un poco más cercano hacia el norte de la parte de La Guajira".
"Esto es todo lo que nos puede traer: bastante nubosidad y bastantes lluvias. Además, puede traer un aumento en los avisos o las alertas por deslizamientos, inundaciones y otros eventos similares. Actualmente tenemos una vigilancia, es decir, una alerta verde, sobre todos los departamentos de la parte costera norte. Y específicamente una alerta amarilla, un aviso puntualmente para La Guajira", precisó.
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Tatiana Sierra añadió: "Las condiciones podrían verse afectadas, las alturas del oleaje entre uno y dos metros es lo que tenemos ahora. Puede superar esto a medida que vaya avanzando y fortificando este sistema. Los vientos los tenemos entre 17 y 30 nudos. También es importante destacar que estos vientos, de 211 a 250 kilómetros por hora son en el sistema, es decir, dentro del huracán".
"Tenemos un 85% por ciento de probabilidad por encima de una temporada normal, que se puedan llegar a dar más huracanes e incluso que se puedan llegar a presentar un poco más fuertes dentro de toda el área de influencia", dijo.
En la ciudad de Cartagena, uno de los principales centros turísticos y comerciales de Colombia, las autoridades han activado el puesto de mando unificado (PMU) para coordinar las acciones de preparación y respuesta. Javier Gómez, capitán de puerto de Cartagena, enfatizó la importancia de la prevención y la pronta acción ante la amenaza de Beryl. "Estamos monitoreando de cerca la situación y haciendo todo lo posible para asegurar la seguridad de los residentes y visitantes. Hacemos un llamado a la calma y a seguir las indicaciones de las autoridades", dijo Gómez.
Se encuentra en alerta debido al paso del huracán Beryl sobre el océano Atlántico. En este contexto, el Atlántico está en estado de vigilancia, representado por el color verde, lo cual indica que se están implementando medidas preventivas. Una de estas medidas es la Mesa Técnica de Respuesta por Alerta de Ciclones Tropicales, donde participan diversas instituciones y autoridades, incluyendo la Dirección General Marítima. Desde el Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas se realiza un monitoreo continuo del rápido avance del huracán para emitir las alertas necesarias a las embarcaciones.
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Alexis Gratzz, director del CIOH, mencionó que "aún no ha ingresado a las aguas del Caribe, pero en las próximas 24 a 48 horas estará ingresando con posibles afectaciones sobre las poblaciones de la costa de la cuenca del Caribe. En tal sentido, nosotros continuamos realizando el monitoreo para aportar a la mesa técnica conformada por diversas instituciones nacionales, en las cuales se están tomando todas las medidas preventivas para actuar en caso de que se generen afectaciones hacia la población".
Otra de las medidas en el Atlántico es el puesto de mando unificado, que se mantiene activo y conectado con los comités de gestión municipal de los 22 municipios del departamento. Este puesto permite tener comunicación constante y realizar seguimiento al fenómeno natural.
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Además, es importante destacar las recomendaciones entregadas por las autoridades, considerando que se está atravesando no solo la temporada de huracanes, sino también intensas lluvias en todo el Atlántico. Una de estas recomendaciones es verificar el amarre de los techos de las viviendas y evitar arrojar basura a los arroyos, ya que esto puede causar desbordamientos y generar más emergencias en Barranquilla, en el área de Napolitana y en todo el departamento.
Además, el director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Carlos Carrillo, destacó la labor coordinada entre todas las entidades del sistema nacional de gestión del riesgo para garantizar una respuesta efectiva frente a la emergencia. "Estamos en alerta y trabajando con la Mesa Técnica de Alerta por Ciclones Tropicales para monitorear la trayectoria de Beryl. Es crucial que la población en áreas vulnerables se mantenga informada y tome medidas preventivas", señaló Carrillo.
El impacto potencial del huracán Beryl en las costas colombianas incluye la posibilidad de fuertes lluvias que podrían desencadenar inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra en terrenos vulnerables. Las autoridades han intensificado la vigilancia en áreas propensas a estos riesgos y han implementado medidas para fortalecer la infraestructura de respuesta y evacuación en caso de necesidad.
Con el inicio de la temporada de huracanes pronosticada como activa hasta noviembre, se espera que Beryl sea solo el primer episodio de una serie de eventos meteorológicos intensos que podrían afectar la región del Caribe y más allá. Las autoridades y la comunidad están preparadas para enfrentar estos desafíos, priorizando la seguridad pública y la reducción de riesgos ante desastres naturales de gran escala como el huracán Beryl.
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