Desde el mediodía del sábado 8 de octubre, la fuerte borrasca empezó a sentirse en Providencia. Más de cinco mil habitantes, más los turistas, se preparaban para el paso del huracán Julia. En las viviendas había ventanas y puertas aseguradas, colchonetas, linternas, velas, algo de bebidas calientes y el baño listo en caso de que debiera ser usado como refugio.
Nathalie Lever Corpas, personera de Providencia y Santa Catalina, cuestionó la situación actual de la isla.
Cómo es posible que han pasado dos años y no exista una solución respecto a refugios y albergues, porque aquí en el municipio no existen albergues, solamente hay refugios, uno solo habilitado, cuatro que no pueden ser utilizados porque no cumplen con las condiciones adecuadas
Al avanzar la tarde los vientos por el huracán Julia se intensificaron en Providencia y la comunicación se fue complicando, hasta ser imposible enviar mensajes de texto o realizar llamadas telefónicas.