Tras su recorrido por esta región del país, la ONG advirtió que las comunidades “están sometidas a un control social feroz, impuesto por grupos irregulares”.
José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch, señaló que principalmente operan el ELN y “las fuerzas patrióticas de liberación nacional, que son de origen venezolano”.
Testimonios de comerciantes evidencian que, si no cumplen con las demandas de estos delincuentes, ponen en riesgo su vida.
En el informe también señalan que toques de queda, extorsiones, secuestros, reclutamientos y trata de personas, en su gran mayoría de mujeres venezolanas, son algunas de las acciones de estos grupos ilegales.
“Se les entrega ropa, alimentación y techo, pero a cambio de eso se les impone la obligación a estas mujeres de pagar unas deudas exorbitantes, que no las pueden pagar y que están obligadas a practicar la prostitución para beneficio de sus grupos”, explicó Vivanco.
Finalmente, HRW cuestiona la labor del Ejército y sostiene que esta responde más a cuidar a Ecopetrol que a proteger a la población.