El Gobierno nacional reconoció que no ha llovido lo que se esperaba en los últimos tres meses, especialmente en las zonas que abastecen a los embalses que surten a Bogotá y la Sabana. Las autoridades hicieron un llamado urgente al ahorro del líquido y anunciaron medidas más drásticas para lograr el racionamiento de agua.
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Susana Muhamad, ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, explicó que “si nosotros llegamos a diciembre con un embalse en un 22% no hay suficiente capacidad para garantizar que las reservas sean suficientes para sobrepasar el periodo de temporada seca hasta llegar a la temporada de lluvia”.
En junio, julio y agosto, el déficit de lluvia ha sido significativo en las regiones de afluencia de los embalses y podría continuar en septiembre.
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Por su parte, Ghisliane Echeverry, directora del Ideam, dijo que “estamos en unas condiciones de cambio climático bastante complejas, la temperatura media del aire sigue aumentando en el planeta, también para Colombia seguimos marcando récord en temperatura en varios municipios. El (fenómeno de El) Niño se dio por terminado en el mes de mayo, pero en los meses subsiguientes siguen los aumentos de temperatura. Los boletines que mostramos cada vez, siempre, han mostrado en la Orinoquía y Amazonía un déficit de precipitación. Del 1 al 9 de septiembre se está mostrando desafortunadamente unos déficit de precipitación significativos”.
Las consecuencias de las pocas lluvias
“Vemos cómo el volumen útil del embalse ha estado disminuyendo significativamente y se ha reducido en los últimos tres años”, comentó Echeverry. Esto también tendrá consecuencias para los hogares, pues la Comisión de Regulación de agua potable alista cuatro nuevas medidas contra el desperdicio de agua.
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Actualmente, para Bogotá rige un castigo tarifario para los suscriptores que consumen mensualmente más de 22 metros cúbicos. El propósito es bajar ese tope a 9 metros cúbicos para estratos 5 y 6, y 12 metros cúbicos al mes en estratos 1, 2, 3 y 4.
¿Qué pasa si no se llega a este consumo límite?
Esto haría que se generen cobros de servicios de agua variables; es decir, en la cantidad de litros que usted usa al día.
Se mantendrán exentos de la medida: hospitales, colegios y hogares geriátricos, entre otras entidades de atención humanitaria. Sin embargo, se evalúan nuevos castigos al despilfarro de agua en los comercios.
Muhamad anunció que “hay que tomar medidas urgentes y que son medidas que requieren una disminución estructural de la demanda de por lo menos 3 metros cúbicos por segundo de el agua que viene del embalse de Chuza”.
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Según el Ideam, se espera que las lluvias en la región de la Orinoquía, especialmente en el embalse de Chuza, disminuyan en septiembre. En los meses siguientes, las lluvias estarán cerca del promedio. Esto significa que habrá una reducción gradual de las lluvias hasta diciembre, lo que se traducirá en menores aportes de agua a los embalses.
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