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Carlos Humberto Mejía, quien desde hace 15 años es habitante de calle, jamás imaginó que un encuentro casual con un policía en un sector vulnerable del centro de Cali le iba a cambiar la vida.
“El hombre se disponía a consumir sustancias alucinógenas y, cuando se le pedía el favor de que se retirara, me sorprendía su amabilidad. Es ahí cuando decido entablar una conversación con él”, dijo el patrullero Eduard Franco Peña, integrante de la fuerza disponible de la Policía de Cali.
Tras conocer el deseo de Carlos por saber de su familia y con unos cuantos datos sobre su origen, el uniformado se dio a la tarea de buscarla.
Por medio de la Alcaldía de Caramanta (Antioquia) y dejando un mensaje en Facebook, logró contactar a la señora Carmen Cecilia, hermana del hombre y profesora en dicho municipio.
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Luego de tener noticias de su hermano y con ansiedad por verlo, Carmen y el policía comenzaron a planear el reencuentro.
Mientras llegaba su familia, Carlos se alistaba para su cita. Después de un baño, un corte de cabello y ropa limpia, llegó el gran día.
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“La felicidad que siento en este momento no se cómo explicarla, estoy sin palabras, muy feliz”, indicó Carlos Humberto Mejía.
Con grandes expectativas, Carlos dejó las calles de Cali, para recorrer un nuevo camino, esta vez de la mano de sus hermanas.
“Que ese proyecto de vida, que en algún momento tuvo de pequeño, lo pueda hacer realidad. Vamos a brindarle ese apoyo y esa colaboración, el hogar que por situaciones de la vida perdió”, expresó Carmen Cecilia Aristizábal, hermana de Carlos.
Carlos aceptó iniciar un proceso de rehabilitación y, aunque sabe que no será fácil, cuenta con todo el apoyo de su familia, la misma que nunca dejó de buscarlo.
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