Nueve jóvenes de Facatativá que participan activamente en el paro nacional recibieron amenazas. Según ellos, las intimidaciones llegaron en panfletos a sus casas, el pasado fin de semana.
Yeisson Cajamarca es uno de ellos. Indicó que las intimidación fueron hechas por el Bloque de Emergencia de Cundinamarca de las Águilas Negras.
Una denuncia ya fue interpuesta antes las autoridades competentes, además, oficiaron un documento dirigido a la Unidad Nacional de Protección y a ONG internacionales.
Publicidad
Ellos esperan que la Personería de Facatativá los escuche y reporte este hecho ante la Defensoría del Pueblo .
“Nosotros hicimos la denuncia a la Fiscalía, acudimos a la UNP, para elevar alarmas necesarias y no se sabe qué es lo que sucede con estas amenazas, pero no podemos desvirtuar cualquier situación, pues estamos en un momento muy delicado de orden público que vive el país”, declaró Yeisson Cajamarca.
Publicidad
Denuncia que han detenido a más de 70 personas durante las protestas, desde el 28 de abril.
De acuerdo con Yeisson, no se sienten representados por el comité del paro, ya que no han sentido un respaldo. Reconoce como únicos representantes reales a los integrantes de la primera línea.
“Quien puede hablar realmente, sea con la administración municipal, con la Gobernación de Cundinamarca o con la Nación, son los jóvenes de la primera línea que la han puesto el pecho a esta pelea”, manifestó
Publicidad
Jóvenes de la primera línea de este municipio le entregaron a la administración de Facatativá un borrador de pliego de peticiones, hace 10 días. Yeisson dice que están listos para negociar.
“Hay temas puntuales y otros más generales, pero en el municipio hemos tenido problemas de servicios públicos, con altos costos y pésima calidad. Facatativá sufre constantes sequías por la mala planeación. Además, no estamos conformes con la reforma constitucional que se viene haciendo a la región metropolitana”, expresó Yeisson.
Publicidad
Sobre los actos vandálicos que se han presentado en Facatativá, indicó que ellos rechazan estos hechos y que junto a integrantes de la primera línea han intentado apagar los incendios y devolver los elementos robados de los edificios gubernamentales.
Hoy, estos jóvenes temen por sus vidas, piden protección y garantías para la protesta social.