Hay preocupación por cuenta del número de menores reclutados por grupos armados ilegales
. Durante los últimos seis meses, en el norte del Cauca más de 150 niños fueron llevados a la fuerza.
El coordinador nacional de las guardias indígenas en Colombia reveló que muchos niños son devueltos en ataúdes a sus familias.
Miembros de la guardia indígena llegan a los campamentos guerrilleros en regiones como Cauca, Chocó y Nariño a arrebatarles a grupos del ELN, disidencias de las FARC y el Clan del Golfo a los menores reclutados forzadamente.
“Son niños entre los 18 a 14 o 12 años que están siempre en las escuelas, cursando la primaria, otros cursando la secundaria”, señaló Yomar Dora, líder de la guardia indígena del Catatumbo.
Lucho Acosta, coordinador de la guardia indígena en Colombia y quien dirige este tipo de búsquedas, afirmó que "los niños, en el Chocó, embera se están suicidando para no dejarse llevar. Entonces este cese al fuego y esta negociación debe empezar en cesar el reclutamiento. Eso tiene que parar, debe ser una exigencia. Yo le pido al Gobierno Nacional que sea uno de los puntos muy importantes".
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Tras la firma del acuerdo de paz entre la extinta guerrilla de las FARC y el Estado colombiano, 8.246 menores han sido víctimas de reclutamiento forzado por estructuras criminales.
¿Cuáles son las regiones con más reclutamiento de menores?
La Defensoría del Pueblo advierte que en regiones como Caquetá, Cauca, Arauca, Nariño, Putumayo, Tolima, Antioquia, Norte de Santander, Meta, Amazonas, Chocó, Vaupés y Córdoba persiste el reclutamiento.
Y es que, 32 de las 34 alertas que ha emitido la entidad advertían que los niños son el blanco de los grupos armados.
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Lo más grave de la situación es que las cifras oficiales están alejadas de la realidad y abren un gigantesco interrogante sobre lo que se está haciendo en Colombia para detener esta infame práctica de menores reclutados.
“¿Cómo vuelven a los territorios? En cajas mortuorias, en ataúdes, y a veces en silencio, sin que nadie los llore. Porque a veces da miedo denunciar, muchas mamás andan buscando sus hijos clandestinamente, andan buscando sus hijos que han reclutado”, agregó Acosta.
No siempre la búsqueda de la guardia indígena termina con la entrega de los menores, pues en la mayoría de las veces no hay vuelta atrás, ni poder humano que logre el retorno.
Mientras el país habla de la paz y del cese al fuego, en regiones apartadas, la guardia indígena continúa con estas dolorosas búsquedas de niños que aprenden a portar un fusil a nombre de un conflicto que parece no tener punto final.