Luis Eduardo Montañez, el minero que fue rescatado tras permanecer 6 días atrapado en un socavón de Sativasur , municipio de Boyacá, contó que logró sobrevivir durante todo ese tiempo gracias a una puntilla.
“Gracias a Dios, en mi bolsillo contaba con una puntilla. Con la puntilla, logro hacer un huequito en el derrumbe antiguo y gracias a la fortuna de Dios había dos palos, no tan pesados, los limpio bien para que me filtre aire y así tener el oxígeno que necesitaba”, dijo.
Montañez aseguró que la idea es no volver a dedicarse a la minería. “Lo que viví es muy duro”, puntualizó.
Sobre el momento del colapso de la mina, Luis Eduardo, quien se encuentra hospitalizado, aseguró que eso ocurrió en “cuestión de un minuto”.
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“Lo único que hicimos fue correr a un punto donde pensamos que nos íbamos a proteger del derrumbe”, dijo.
Afirmó que al compañero con el que se encontraba, y quien lamentablemente murió, le alcanzó a caer el derrumbe encima.
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“Yo salgo a correr y el corre a la pata mía, pero la velocidad a la que venía el derrumbe lo alcanzó a coger a él. Me devuelvo a auxiliarlo y era imposible por todo la cantidad de roca que estaba cayendo en el momento”, anotó.
Y agregó: “Me devuelvo otra vez al lugar, recojo palos, como puedo, los pongo donde me iba a quedar y de ahí colapsó todo, no se supo nada más”.
Tras abrir el hueco con la puntilla para recibir oxígeno, Luis también logró hacer un tambor para que le llegara más aire.
“Hice un tambor, cuando estaban trabajando, sacando roca, la roca bajaba a toda velocidad. Entonces, mi idea era hacer un tambor hasta cierta parte donde el aire cogiera el tambor y me llegara a mí. Gracias a Dios, hice ese trabajo unos 6 metros, a mano, porque no tenía herramientas. Confiaba siempre en Dios”, explicó.
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Asimismo, el minero señaló que tampoco tenía nada para comer y tomar. Manifestó que se aferró a Dios y su familia para sobrevivir.
“Desde que colapsó eso, me aferré mucho a Dios y sabía que en algún momento llegaban por mí. Y llegó el momento y estoy feliz. Mi mayor esfuerzo era pensar en mi mujer, mi hijo, mi familia, que siempre van a ser mi motor”, expresó.
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“Como había quedado en la mitad de los dos derrumbes, si hacían una labor mal, podía quedar allá. Gracias a los socorristas, pues hicieron una buena labor, hicieron un hueco por el derrumbe nuevo y por ahí me lograron sacar”, concluyó.