En una sorprendente y alarmante acción, disidentes de la estructura de Dagoberto Ramos de las FARC entraron armados a una discoteca en Tacueyó, un corregimiento del municipio de Toribío, Cauca. Vestidos con uniformes de camuflaje, los hombres llevaron a cabo lo que denominaron un “proceso de control social y territorial”, generando pánico entre los asistentes.
Piden apoyo al Gobierno Nacional
Leonardo González, director de Indepaz, criticó duramente la situación, afirmando: “Este tipo de acciones van en contravía de la comunidad y generan miedo y zozobra. La ausencia del Estado en Tacueyó permite que estos grupos armados generen estas dictaduras locales. Se necesita fortalecer las medidas de autoprotección de las comunidades”.
El hecho ha puesto en evidencia la falta de presencia estatal y control en la región por parte del gobierno. “Es responsabilidad del Gobierno nacional contrarrestar la acción delincuencial de los grupos armados ilegales”, destacó González.
Antonio Useche, gestor de paz de la Gobernación del Cauca, también pidió una respuesta contundente del Estado: “En ese evento puede llegar el Ejército y 'se forma ahí' (refiriéndose a una pelea entre el Ejército y las disidencias), en esa discoteca, cualquier cosa y quién es en últimas el que pierde, la población civil".
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“Nosotros le llamamos la atención al Gobierno Nacional encabezado por el Ejército para que haga presencia en todos los territorios. Pedimos amablemente a la comunidad indígena del CRIC que dialogue con el Ejército para permitir su ingreso efectivo y que se dé un golpe contundente a los grupos al margen de la ley, complementó Useche”.
La situación en el Cauca continúa siendo crítica, con incidentes como este volviéndose cada vez más comunes.
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La comunidad local demanda medidas urgentes para recuperar el control y garantizar la seguridad de los ciudadanos.