El mayor general (r) Henry Torres Escalante, quien ocupó uno de los puestos más importantes en el comando de las Fuerzas Militares de Colombia, se convirtió en el oficial de más alto rango en confesar su participación en casos de falsos positivos.
El general Henry Torres Escalante aceptó su responsabilidad en más de 190 falsos positivos, que se cometieron mientras él fue comandante de la Brigada XVI, con jurisdicción en Casanare, a mediados de los años 2000.
Se trata de la comisión de crímenes de guerra y lesa humanidad como asesinatos y desapariciones forzadas de personas que fueron presentadas como bajas falsas de combate de la Brigada XVI entre 2005 y 2008.
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En total son 196 víctimas, 138 de las cuales fueron presentadas como personas no identificadas entre los 18 y 25 años. Dice el general Torres Escalante que el dolor y las exigencias de verdad de las víctimas lo llevaron a reconocer los hechos que él mismo había negado.
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“De manera libre, voluntaria, consciente de mi posición y de las obligaciones que me eran exigibles como oficial del Ejército Nacional asumo con vergüenza el señalamiento de título de máximo responsable y autor mediato por los delitos de homicidio en persona protegida y desaparición forzada. Que están contemplados en el Código Penal colombiano y constituyen crímenes de lesa humanidad de asesinato y desaparición forzada de personas, un crimen de guerra de homicidio en el Estatuto de Roma”, indicó el mayor general (r) Henry Torres Escalante.
El oficial retirado habla de que sus actos vergonzosos también se cometieron por presión de sus superiores. Entre ellos, mencionó al general (r) Mario Montoya. Asegura que él fue un “alcahueta” porque no ejecutó en debida forma las investigaciones de los falsos positivos y que obstruyó la justicia ordinaria.
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Las víctimas, muy molestas, le respondieron y afirmaron que su reconocimiento no era sincero y que solo era un trámite ante la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP. Además, lo señalaron de no contar la verdad plena.
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Durante las audiencias de reconocimiento también lo hicieron otros 8 exmilitares que contaron más detalles de este capítulo del conflicto armado.
“Abel Antonio Lozano Camacho no era combatiente ni delincuente, no pertenecía a ninguna organización criminal. Ricardo Vargas Izquierdo no era combatiente ni delincuente, no pertenecía a ninguna organización criminal. Eduardo Pérez Vega no era combatiente ni delincuente, no pertenecía a ninguna organización criminal”, manifestó el mayor (r) Gustavo Soto Brancamontes, quien leyó uno a uno los 51 nombres de las víctimas por la que hoy es señalado de cometer estos falsos positivos.
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