La Águila Arpia, también conocida como Harpia harpyja, es una especie imponente con un tamaño que puede alcanzar casi un metro de envergadura y garras de hasta 12 centímetros. A solo 13 kilómetros de Bogotá, el Bioparque La Reserva en Cota se ha convertido en un refugio vital para estas aves.
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Su mirada penetrante y su fuerza extraordinaria evocan una sensación casi mítica, aunque, a diferencia de las arpías de la mitología griega, estos animales son solo aves.
Originaria de las selvas tropicales de América Central y del Sur, la águila arpía se encuentra en una situación crítica en varias partes de su rango.
La pareja de estas aves, que llegaron hace seis años provenientes del Valle del Cauca y la Amazonía, fueron rehabilitadas con éxito después de llegar heridas.
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Así emparejaron a las águilas arpías
Según la bióloga encargado del programa, Luisa Escobar, comentó que uno de los machos estuvo dos años en recuperación antes de ser emparejado con una hembra.
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El reciente emparejamiento, realizado el 5 de junio, ha sido meticulosamente supervisado. Estas aves son extremadamente territoriales y podrían llegar a matarse si no se adaptan bien al nuevo compañero.
Los primeros encuentros entre la pareja fueron tensos
Durante más de seis meses, las aves mantuvieron una distancia a través de una reja metálica antes de finalmente tener su primer contacto físico.
Este momento, cargado de incertidumbre para los cuidadores, fue un paso importante hacia la formación de un vínculo que podría conducir a la reproducción.
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La bióloga Escobar destacó que representar adecuadamente su ecosistema en el parque ha sido una tarea compleja debido a las diferencias en altitud, humedad y temperatura entre el bosque alto andino y las selvas tropicales.
A nivel global, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza estima que existen alrededor de 150,000 águilas arpías, pero en Colombia, la población no está bien documentada.
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El Bioparque La Reserva, con 16 años de historia, conserva cuatro de estas aves. Sin embargo, la amenaza de la acción humana persiste: en 2023, se reportaron tres casos de águilas arpías heridas debido a la intervención humana.