Fundación de animales abandonados en Antioquia denuncia amenazas: "Una lengua de vaca en la puerta"
La representante legal del Hogar Familia Peluche de la Fundación Un Mismo Amor habló con Noticias Caracol sobre la alarmante situación que atraviesa. "Tenemos miedo", afirma.
Este ha sido el hogar de 78 perros, 16 gatos, 7 patos, 5 gallinas, 5 conejos, 1 mini-pig y 1 buey -
Tobías, un perrito que fue abandonado dentro de un costal en una quebrada para que se ahogara, fue el ángel que le cambió la vida a Lilibet Molina. Esta mujer adoptó al cachorro que fue rescatado por una fundación privada. Sin esperarlo, el canino le enseñó que el amor va más allá de las especies.
La conexión entre la mujer y su mascota la condujo a convertir su casa en un hogar de paso en 2013. Tango, otro canino en condición de vulnerabilidad, fue el primero en llegar a manos de Lilibet y aún continúa a su lado. Con el tiempo, la contadora pública se dio cuenta de que su vivienda en Medellín se estaba quedando pequeña para albergar a los20 animales que ya tenía a su cargo.
Todos habían sido rescatados de las calles, algunos enfermos, otros desnutridos y, en su mayoría, víctimas de maltrato animal.
Hogar Familia Peluche
Lilibet tomó la decisión en 2018 de mudarse a una finca cerca de la capital antioqueña —por temas laborales—, para poderles dar una mejor calidad de vida a los animales que ya había rescatado. Fue entonces en 2019 cuando decidió constituir legalmente la Fundación Un Mismo Amor, vinculada a su Hogar Familia Peluche, ubicado actualmente en una finca en el corregimiento Santa Elena, fronterizo con el municipio de Guarne, Antioquia.
Este ha sido el hogar de 78 perros, 16 gatos, 7 patos, 5 gallinas, 5 conejos, 1 mini-pig y 1 buey. Los 113 animales que Lilibet ha rescatado de la crueldad humana y ahora intenta darles tranquilidad y amor. Sin embargo, la paz de estos peluditos se ha visto afectada por una serie de intimidaciones que han llegado a las puertas de la fundación desde enero de 2025.
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Ellos son algunos de los peluditos del Hogar Familia Peluche -
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Intimidaciones y amenazas
La representante legal y creadora de la fundación narró en diálogo con Noticias Caracol que estas amenazas empezaron a presentarse luego de que Jacobo (el buey) pasara el cerco que divide la finca con la propiedad de unos vecinos. “Él no mide la fuerza que tiene, dañó el cerco y se pasó a la finca del lado para estar con más vaquitas. Empezaron comentarios como: ‘Póngale solución o se lo ponemos nosotros’”, contó.
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La mujer aseguró que volvió a levantar el cerco de sus propios recursos y tomó otras medidas para evitar que el animal volviera a causar daños en otros terrenos. En otra ocasión, dos de sus caninos terminaron en el granero de un vecino y mataron a tres gallinas. Los reclamos llegaron a oídos de Lilibet. Ella aseguró que también respondió por este incidente y pagó por cada una de las gallinas una remuneración económica.
Jacobo, buey del Hogar Familia Peluche -
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Tras estos episodios, las amenazas se hicieron latentes en la finca. “Nos dejaron una lengua de vaca colgada en la puerta, nos dejaron frasquitos, nos quitan el agua. Hablé al acueducto, vinieron a mirar y me dijeron que nos habían quitado el agua desde afuera”, aseguró la mujer.
Con miedo no solo por ella, sino también por la vida de los animales que viven en la fundación, Lilibet tomó la decisión de denunciar estas intimidaciones. Indicó que, aunque no fue fácil que las autoridades le tomaran la declaración, finalmente pudo poner en conocimiento la situación en la estación de Policía de Guarne. El caso está en manos de la Fiscalía General de la Nación, pero hasta el momento, la fundación no ha tenido información de algún avance de la investigación.
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Intimidaciones que ha recibido la fundación -
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Al parecer, el miedo no solo está siendo percibido por Lilibet, sino también por los animales en la finca.
“Estamos solas. A nosotras a medianoche, dos o tres de la mañana nos pueden hacer cualquier cosa y nadie se da cuenta. Los perritos son sumamente intranquilos todas las noches. Antes eso no ocurría. Tenemos miedo. Somos dos mujeres solas”, acotó.
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La también especialista en gerencia de proyectos se refiere a Daniela Vargas, la auxiliar veterinaria que permanece en la fundación junto a ella cuidando a los animales, prácticamente 24/7. Son apenas las dos mujeres quienes viven en la finca y ahora, temen por su vida.
El Hogar Familia Peluche se ha levantado a punta de amor y del arduo trabajo de su fundadora. Con unos gastos fijos para mantener el cuidado de los animales al mes de 25 millones de pesos, Lilibet hace maravillas en su quehacer diario para que los peluditos no se acuesten —en los días difíciles— sin comer. Vendió su carro, incluso viajó al exterior a trabajar de mesera, lavar baños y otras labores manuales para enviar dinero a la fundación y sostenerla.
Más aliados y padrinos
Las marcas aliadas de esta organización se pueden contar con los dedos de una sola mano. Estos aportes y el de 35 padrinos que desde 20 mil pesos mensuales apoyan a la fundación han permitido que los animales de la familia Peluche puedan tener una mejor calidad de vida. No obstante, Lilibet asegura que necesita más apoyo de la comunidad para sostener el proyecto que les ha salvado la vida a decenas de animales en condición de abandono.
Animales que hacen parte de la fundación -
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Aunque la mujer no puede asegurar que las amenazas hayan sido enviadas de parte de sus vecinos, sí tiene claro que las personas a su alrededor no están contentas con su presencia y menos con la de los animales. La fundación está en la búsqueda de una finca en municipios o corregimientos aledaños a Medellín para poder tomar en arriendo e instalar a los animales en un espacio más seguro. Para su bienestar, el lugar debe tener, según su cuidadora, al menos 5.000 metros cuadrados de extensión. “Necesitamos una finca con mínimo 5.000 metros cuadrados. Jacobo necesita mucho espacio”, afirmó la creadora de la fundación.
Lilibet manifestó que en todas las propiedades que ha intentado arrendar le ponen problema porque va a destinar el espacio para los animales de la fundación. Por temas contractuales, el dueño de la finca —en la que actualmente está ubicada la fundación— le solicitó desocupar el inmueble. El Hogar Familia Peluche tiene plazo de entregar la propiedad hasta el próximo 31 de mayo, por lo que el tiempo apremia.
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La fundación espera que su plan de padrinos aumente. Las ayudas voluntarias son fundamentales para sostener la calidad de vida de los animales del hogar. Además, Lilibet le deja la invitación a empresas y/o organizaciones para que se vinculen y puedan patrocinar a los peluditos; o adoptar, los animales que hacen parte de la fundación también están en la búsqueda de un hogar que los cuide y les brinde amor. Y también, que las autoridades puedan avanzar en la investigación e identificar a los responsables de las intimidaciones de las que han sido víctimas.
MA. FERNANDA LÓPEZ PERIODISTA DE NOTICIAS CARACOL IG: Mafe_loc