Una fuga de gas fue reportada en la madrugada de este viernes 17 de marzo en la calle 72 con carrera 55 de Bogotá, en la localidad de Barrios Unidos.
La emergencia se dio luego de que una retroexcavadora, por accidente, rompiera un tubo de cuatro pulgadas.
El vehículo se encontraba allí por obras que se adelantan en la vía.
Bomberos de las estaciones Ferias y Puente Aranda, con apoyo del Grupo Especializado de Materiales Peligrosos, acudieron al sitio para contener la fuga de gas.
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Aunque no se reportaron personas afectadas por la emergencia, dos viviendas tuvieron que ser evacuadas por prevención.
¿Qué hacer en caso de que se presente una fuga de gas?
- Lo más esencial es actuar de forma rápida.
- Evacué de inmediato el área donde se haya registrado la fuga de gas. Se puede detectar por el olor o si llega a escuchar un sonido similar a un silbido.
- No encienda ningún tipo de llama. Tampoco prenda ningún tipo de interruptor de luz ni ningún electrodoméstico.
- Abra las puertas y ventanas para permitir la ventilación del inmueble.
- Si es posible, cierre la válvula del gas, que suele estar ubicada junto al medidor o el suministro del servicio.
- No use teléfonos celulares ni cualquier dispositivo electrónico dentro del área de la fuga de gas. Contacte a los servicios de emergencia cuando se encuentre fuera del inmueble donde se presenta la fuga de gas.
- No intente arreglar la fuga de gas por su cuenta. Deja que profesionales se encarguen del problema, ya que ellos tienen equipos especializados y capacitados para manejar este tipo de situaciones.
¿Qué tan peligroso puede ser inhalar gas?
Puede ser extremadamente peligroso, dependiendo del tipo de gas. Los hay tóxicos, como el monóxido de carbono, el cloro y el amoníaco. En concentraciones elevadas pueden ser mortales y en concentraciones más bajas pueden causar daños graves en la salud.
El monóxido de carbono es inodoro e incoloro. Se produce cuando se quema gas natural, propano, gasolina, carbón y otros combustibles. Puede causar dolor de cabeza, mareo, debilidad, náuseas, vómito y, en casos graves, la muerte.
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El cloro se utiliza en la industria química y para el tratamiento del agua potable. Su inhalación puede desencadenar tos, dolor de pecho, dificultad para respirar, irritación de la piel y los ojos y puede ser mortal en concentraciones elevadas.
El amoníaco es incoloro, con un fuerte olor, y se utiliza en la industria química y en la fabricación de fertilizantes. Puede generar irritación en los ojos, la nariz, la garganta y los pulmones, así como dificultad para respirar y, en casos graves, es mortal.