Otra integrante de la fuerza pública, víctima de los grupos violentos, fue una perra antiexoplosivos del Ejército Nacional, que salvó a decenas de civiles y militares de caer en campos minados. La canina fue blanco de un francotirador de las disidencias de las FARC. Su guía, un soldado, resultó herido en el atentado.
Urca, la perra de raza pastor belga, experta antiexplosivos, sirvió durante dos años como pieza clave para el Batallón de Operaciones Terrestres Número 13, gracias a su destreza para detectar y encontrar artefactos explosivos. Logró salvar cientos de vidas a lo largo de su servicio. Durante los combates, un francotirador la mató cruelmente.
El mayor general Erik Rodríguez, comandante del Comando Conjunto del Suroccidente Número 13, dijo que el hecho pasó por el “objeto de un ataque con una estructura de la Jaime Martínez, del Estado Mayor Central y, como resultado, resultó muerta nuestra canina de nombre Urca, que era una perra especializada en antiexplosivos y su guía canino resultó herido”.
El soldado intentó auxiliar al animal, pero infortunadamente un proyectil terminó impactándole a él mismo en la cara, dejándolo gravemente herido. El ataque, perpetrado en zona rural de Buenos Aires, Cauca, se dio en medio de la población civil afectando también a una menor de edad, que intentaba refugiarse en una casa.
“Desde las 4:30, con un saldo de dos heridos, una comunera y un soldado del Ejército Nacional. En este momento confirmamos que se han calmado las confrontaciones, pero no deja la zozobra y el confinamiento”, dijo Daniel Molano, defensor del Pueblo.
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La muerte de Urca, las heridas provocadas a la menor de edad y el guía canino obligaron a las autoridades a reforzar la seguridad de la zona.
En Buenos Aires, unas 30 familias permanecen confinadas, ante la presencia de los grupos armados, que en cualquier momento podría desencadenar nuevas confrontaciones.
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