El general en retiro Mario Montoya Uribe, artífice del golpe más contundente contra la exguerrilla de las FARC: la operación jaque, está señalado hoy por la Fiscalía de ser el determinador de la ejecución extrajudicial de 104 personas, entre ellas cinco menores de edad.
Más de una decena de pruebas, archivadas durante años en los anaqueles de la Fiscalía, están a punto de ser reveladas: entre ellas varias directrices del Ministerio de Defensa que nunca fueron acatadas por el alto oficial y que, por el contrario, según los investigadores, fueron destruidas por el mismo general.
Las directrices tenían como propósito frenar las ejecuciones extrajudiciales entre noviembre de 2007 y noviembre de 2008, de las que ya, según el ente investigador, tenía denuncias el alto mando militar de la época.
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Para la Fiscalía, Montoya no solo desobedeció las ordenes de sus superiores, sino también, continuó presionando a todos los comandantes de las unidades militares del país, siendo el criterio más importante para evaluarlos las muertes en combate, como lo han relatado varios uniformados en retiro que han comparecido ante la JEP.
“El batallón era una máquina de guerra y como tanto tenía que verse los resultados operacionales” Mayor (r) del Ejército adscrito al batallón La Popa
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Incluso, entre las pruebas de la Fiscalía estarían los programas radiales en los que se emitían ordenes en este sentido.
“Escuchaban los programas donde decían al Ejército: los estamos midiendo por litros de sangre y carrotanques. Y pues los litros de sangre y los carro tanques los daban son los muertos no los capturados ¿Quién decía y usted donde oyó mencionar esto de los resultados del ejército? en los programas su señoría en los programas cuando hacía el comandante del ejército que era mi general Montoya”. Exoficial de la brigada móvil 15
“Desde que yo llegue allá al Gaula eso era como mejor dicho, por decirlo, así el pan de cada día, bajas así; y eso se veía ya como costumbre, que era una persona así un muerto con un revólver”. Exoficial del Gaula Casanare
Mario Montoya, en su defensa, dijo ante la JEP que lamentaba lo ocurrido pero negó su responsabilidad en los crímenes, asegurando que los falsos positivos eran producto de la poca capacitación de los soldados.
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Me duele decirlo, pero los muchachos que van al ejército son los de abajo. Estrato 1, allá no va el estrato 2 y 3, 4. Nos toca, y voy a hablar con el corazón, aquí como comandante, nos toca enseñarles a ver cómo se utiliza el baño, como se utilizan los cubiertos, esa es la calidad.
La respuesta de las víctimas a declaraciones de Mario Montoya sobre los soldados:
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Para algunos exfiscales, el trabajo del ente investigador es un gran aporte a las investigaciones que desarrolla la JEP.
“La mejor manera de poder documentar suficientemente un proceso y permitir que la JEP pueda tomar las decisiones con fundamentos reales, producto de una investigación y de una imputación precisamente, es con la labor que pueda desempeñar la Fiscalía”, indicó el exfiscal Guillermo Mendoza.
Para otros no es claro el papel de la Fiscalía, cuando es la JEP la que juzga en este caso.
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“Es evidente que la Fiscalía no podrá acusar, ni presentar ante un juez a fin de que dicte sentencia a esta persona pues eso está igualmente excluido”, agregó Alfonso Gómez Méndez.
Tras cinco años de parálisis en este caso, la Fiscalía le imputará a uno de los oficiales con mayor reconocimiento dentro de las Fuerzas Militares, los delitos de homicidio agravado en concurso homogéneo y heterogéneo con ocultamiento, alteración o destrucción de elemento material probatorio.
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