El pequeño Miguel Rodríguez requería con urgencia un trasplante de riñón para salvar su vida, por lo que fue trasladado en un avión de la Policía a Bogotá, donde los médicos lo esperaban para realizar el procedimiento.
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“A las 5:30 a.m. recibí el mensaje que ya era compatible con la persona, que tenía que viajar de una vez y yo no sabía ni qué hacer. El niño se estaba alistando para ir al colegio y le dije amor ‘nos tocó irnos’”, declaró Leidy Cruz Rivera, madre de Miguel.
Este niño, de 14 años, estuvo casi un año en una lista de espera para tener un riñón nuevo, pues, de acuerdo con su mamá, desde que nació sufrió de una insuficiencia renal crónica, por lo que los médicos no le daban esperanza de vida a su bebé.
“Me dijeron los médicos 'si el niño no da evolución con los medicamentos, nos da mucho dolor en el alma, mamá, pero bautízalo y ya no hay esperanza', ese día nunca se me olvidará”, agregó la mamá de pequeño.
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Leidy dice que, por su fe, su hijo ha vivido tanto tiempo pese a la poca esperanza de vida que le dieron los doctores. Sin embargo, hace seis meses aproximadamente, un médico le dijo que el trasplante de riñón era urgente.
“A mí me habían dicho qué seguía si no podía hacer una diálisis y yo le pedía mucho a mi Dios que no llegara mi hijo a eso”, agregó esta madre.
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Para evitar eso, el riñón que la esperaba en Bogotá era la oportunidad para que su hijo siguiera vivo, pero tenía que llegar al hospital de la capital antes del mediodía. Tras recibir la llamada a las cinco de la mañana, empacó y llegó a las 7:00 a. m. al aeropuerto de Cúcuta.
Desesperada buscó la ayuda de un policía, compañero de su esposo, quien se enteró de que un general estaba en Cúcuta en una misión especial.
“Logré comunicarme de manera inmediata y él lo dejó, todo lo que estaba haciendo, la prioridad para nosotros es salvar la vida del niño, salgo de inmediato para Bogotá para salvar la vida”, manifestó la directora de Sanidad de la Policía Nacional, la general Sandra Pinzón.
El general y sacerdote de la Policía Silverio Suárez interrumpió su misión, llegó al aeropuerto de Cúcuta para encontrarse con el niño y su mamá. Antes de abordar, hicieron una oración y bendijeron al pequeño Mateo para que todo saliera bien en la cirugía de trasplante de riñón.
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“Fundación Cardioinfantil nos informa de la posibilidad de realizar ese trasplante, pero teníamos un límite de tiempo impresionante, al mediodía teníamos que tener al niño aquí en Bogotá”, manifestó la general Pinzón.
Aterrizaron en Bogotá y, antes del mediodía, llegaron al hospital Cardioinfantil, donde Miguel salió victorioso y bien de salud durante su trasplante.
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“Es impresionante el sentimiento de felicidad de poder lograr salvar la vida de este niño”, agregó la directora de Sanidad de la Policía Nacional.
Miguel está feliz, recuperándose y dice que volvió a nacer gracias al trasplante de riñón. "Es como comenzar desde cero", apuntó.