La primera de las fiestas clandestinas en el Valle de Aburrá durante el pasado fin de semana se registró en el municipio de Caldas. La Policía llegó al lugar luego de que una mujer que se encontraba en el sitio denunciara a la línea 123 haber sido víctima deabuso sexual.
“Al llegar a este sitio, en efecto, se encuentra una fiesta con aproximadamente 30 personas, en ese mismo momento una de las jóvenes de 19 años nos manifiesta una presunta violación, motivo por el cual se activa el Código Fucsia. La joven es llevada al hospital de nuestro municipio para hacer toda la valoración”, indicó Mauricio Cano Carmona, alcalde de Caldas.
Al otro extremo del área metropolitana, en el municipio de Girardota, se descubrió otra fiesta clandestina que dejó como resultado otros 36 capturados.
Pero las rumbas se extendieron a la capital antioqueña pese a la medida de ley seca.
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“Por información ciudadana llega el personal de cuadrantes del sector céntrico de la ciudad a un establecimiento público que estaba comercializando bebidas embriagantes. Los uniformados ingresan y en su interior encuentran 28 personas sin ningún tipo de elementos de bioseguridad. Estas personas no tienen ningún distanciamiento social y en realidad no les está importando la salud propia ni la de su entorno”, manifestó el general Eliécer Camacho, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá.
Fueron 94 capturas realizadas entre tres operativos a fiestas masivas y clandestinas en Medellín, Caldas y Girardota, además de 200 sanciones por festejos que también se realizaron en otros lugares del Valle de Aburrá.
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