El feminicidio
de Ana María Serrano en México, sobrina del exministro de Hacienda colombiano José Manuel Restrepo, encendió las alertas con respecto a lo que está ocurriendo con las relaciones amorosas, incluso de amistad. Victoria Cabrera, doctora en psicología y educación, además de ser profesora del Instituto de la Familia de la Universidad de la Sabana, habla de los signos que le permitirán saber si está con alguien tóxico y si su vida puede estar en riesgo.
La profesional recalca que lo que pasó con la joven de 18 años “es un episodio inconcebible. No podemos aceptar esto y no podemos permitir que sigan estos casos en otras circunstancias. Ya han ocurrido varios casos de este estilo, entonces es un llamado a los hombres (que) acepten cuando una mujer les dice que no, y mujeres también aprendan a poner límites. Cuando este hombre empiece a manifestar ese tipo de comportamientos también hay que cortar inmediatamente, no llegar a que esto trascienda tanto”.
La doctora Cabrera es enfática en decir que la gente tiene que “aprender a aceptar el no. A veces no nos enseñan, y aunque no nos hayan enseñado en la familia a que aceptemos los no, nosotros en la edad adulta también debemos aprender a aceptarlos. Muchos 'no' nos dan a lo largo del día, muchos 'no' nos dan a lo largo de la vida, entonces nos queda la opción de aprender a aceptar esas frustraciones en el trabajo, en las relaciones amorosas, en la familia y a ver cómo puedo yo mejorar y cómo puedo trascender y mirar a ver qué errores estoy cometiendo”.
En Colombia, el promedio es de 51 feminicidios al mes y hasta el mes de julio de 2023 ha habido 302 casos, siendo las regiones donde más crímenes se reportan Antioquia, Valle del Cauca, Bogotá, Cauca y Norte de Santander.
Las edades donde más ocurren estos homicidios son los 30 y 34 años, seguido de mujeres entre los 20 y 24 años.
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Para la experta, esta cifra en la nación y otras de América Latina muestra que estas muertes son “un fenómeno como una pandemia, maltratar a las mujeres, asesinarlas, no aceptar las frustraciones. Entonces esto es algo que podemos entender como un fenómeno humano, más que por país”.
¿Cuáles son las señales de alerta de un posible feminicidio?
- Control excesivo
Doctora Cabrera: Un control de cada uno de tus comportamientos, de lo que dices, de lo que hablas, de lo que llevas puesto, ‘córtate el pelo así, tienes que ponerte eso, no me gusta eso, quítatelo’, y la mujer cede ante ese control.
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Otra cosa es una manifestación de cariño cuando la otra persona quiere saber de ti, ‘me gustaría saber cuando llegues a la casa, me preocupo por ti’. Entonces, detrás de todos estos comportamientos está una actitud controladora, no es una actitud de amor, es una actitud egoísta donde la otra persona quiere controlarte.
- Ser posesivo
En el caso de Allan Gil, con Ana María Serrano, aparentemente hubo unos mensajes diciéndole que borrara fotografías de su Instagram.
Doctora Cabrera: Es un sentido de posesión, es mía, más que de pertenencia, más que de cariño.
Ojo, no es tanto el ser mía porque es un involucramiento que da ese vínculo fuerte y vínculo afectivo que todos necesitamos para estar con una autoestima alta en las relaciones. Es bonito pertenecer a una persona en el sentido de esa reciprocidad y ese vínculo, pero cuando lo dice o cuando lo vive de una manera posesiva y egoísta, como si fuera un objeto, más que yo me intereso por ti de una manera amorosa y cariñosa, lo que hay de fondo es esa posesión como un objeto.
- Temor a poner límites
Doctora Cabrera: También está el temor de la otra persona a perder a esa víctima y no aceptar los límites de la otra. Todos tenemos el derecho a poner límites, el derecho a decir no, el derecho a decir ‘hasta aquí voy contigo, no quiero más, no nos identificamos’, así de sencillo. Hay parejas que empatan, otras que no, pero tenemos el derecho a decir no en una reunión social, en un trabajo, a un amigo, que eso se eduque desde edades tempranas y que los niños y niñas aprendan a decir no y que el otro también aprenda a aceptar ese no.
Esa idea de algunos de querer cambiar el mundo y cambiar las cosas, no. Tú puedes influir en la otra persona, sí, y todos influimos en todos, y la idea es aprender a seleccionar qué influye uno del otro, pero no hasta el punto de querer transformar el mundo si la otra persona no quiere. Somos seres autónomos y libres y el que cambia es la otra persona.
- Echarse uno la culpa
Doctora Cabrera: Esas culpabilidades en las mujeres no las deja estar tranquilas, entonces yo soy la que tengo que hacer esto, es que no pudo porque no lo logré yo. No.
Ana María lo hizo muy bien, lo bloqueó del celular, lo borró de sus redes, pero hay otras mujeres que de pronto nos están oyendo que no pueden hacer esto y que no han desarrollado esta habilidad y que bueno que sea este el momento para que usted, mujer, diga no, ponga límites.
- Falta de empatía
Doctora Cabrera: La persona que no puede entender y ponerse en el lado del otro, que le falta esa habilidad porque piensa todo el tiempo en sí misma. Es decir, desde su infancia sus papás le enseñaron a que ellos le daban gusto, a que los hermanos le daban gusto, los abuelos le dan gusto, los tíos le dan gusto y no le enseñaron poco a poco a que hay que pensar en los demás.
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Los hermanos son una buena estrategia para empezar en los demás, los primos, los amigos, uno antes tenía una cantidad de primos y de redes sociales físicas que le enseñaban.
- Dependencia emocional
Doctora Cabrera: Nos enseñan que para estar contentos tenemos que estar en una relación afectiva. ¿Nos están enseñando a estar solos? ¿Nos están enseñando a vivir felices solos? Yo puedo ser feliz sola, buscando siempre entregarme a los demás, porque esa es otra parte de la vida a la hora de ser feliz, aprendo a estar sola, pero también ese sola me alimenta para entregarme a otros, sea en una relación afectiva, sea en una relación con los hijos, sea en el trabajo, pero no a depender.
- Manejo de emociones (la ira)
Doctora Cabrera: Acuérdate del niño que se frustra cuando tiene 2 años, 4, y su papá no le da la chocolatina. ¿Qué hiciste ahí, papá, para enseñarle a enfrentar esa frustración a tu hijo? ¿Le enseñaste a que eso se debe regular, a que esas emociones se deben calmar, a que debe posponer el placer? Si esto no se lo enseñaron de niño es muy difícil de adulto. Aunque yo insisto, si a uno no le enseñan hasta los 25 años los papás las cosas que debió haber aprendido es mi deber como adulto aprenderlas.
Debo aprender a gestionar esa ira, aunque no me la hayan enseñado. ¿Cómo? Posponiendo el placer, calmándome, parando, pensando, ver qué me beneficia a mí, nunca perjudicando a la otra persona. Ojo con esto, porque la ira hay que saber manejarla. Las emociones como tal no son malas, sino que es la manera como impacto con mis emociones a las otras personas. En el caso de este joven, llegó hasta matar a Ana María.
Por último, la experta instó a educar “a los hijos -hombres y mujeres- en entablar relaciones equitativas, en que tanto los hombres como las mujeres son importantes y manejemos esas relaciones de poder. No entremos a una relación queriendo dominar, porque hay gente, hombres y mujeres, que quieren entrar a dominar, a tener la razón. No, establezca una relación en donde usted entienda al otro, el otro lo entienda usted en una relación recíproca, no igual, recíproca, equitativa, que es distinto. Cada uno da de acuerdo con lo que sabe dar y así establecemos relaciones interpersonales más sanas, afectivas, de pareja, pero también relaciones interpersonales en general”.
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