Una tigrilla lanuda fue liberada esta semana en el Distrito de Manejo Integrado Cuchilla Cerro Plateado – Alto de San José, área protegida que se encuentra en el suroeste antioqueño.
El animal fue hallado en zona rural de Concordia por recolectores de café cuando apenas era una cachorra. Los hombres la entregaron a la Secretaría de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de ese municipio.
Así fue como la tigrilla llegó a manos del equipo de fauna silvestre del Área Metropolitana, Corantioquia y Precoodes, entidades que se hicieron cargo de su recuperación para poder regresarla a su hábitat natural.
“La tigrilla lanuda vivió su proceso de crecimiento en el Hogar de Paso de Fauna Silvestre de Corantioquia, ubicado en el municipio de San Jerónimo. Allí, un equipo experto en medicina veterinaria, zootecnia, biología y operarios se encargaron de brindarle óptimas condiciones para su desarrollo. Ahora es una hembra juvenil de 9 meses de edad aproximadamente y cuenta con todas las condiciones para sobrevivir en el ecosistema”, informó el Área Metropolitana, máxima autoridad ambiental en el Valle de Aburrá.
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Te contamos la historia de esta oncilla y cómo volvió a la libertad en el Suroeste.
— Área Metropolitana del Valle de Aburrá (@Areametropol) July 15, 2020
La recuperamos con ayuda de @ConcordiaAnt y gracias al trabajo dedicado de nuestro equipo de fauna con @Corantioquia y @precoodes esta tigrilla lanuda regresa a su hábitat pic.twitter.com/u88Cvm6pyb
Otros animales como zarigüeyas, una falsa coral, conocida como culebra de pantano, también hicieron parte de la jornada de liberación.
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De acuerdo, con la autoridad ambiental, en lo que va corrido del año se ha registrado el ingreso de 672 animales silvestres al hogar de paso de Corantioquia, entre los que se han atendido 14 felinos desde 2019 y durante el primer semestre de 2020 se han liberado 873 animales.
El Área Metropolitana hizo un llamado a la ciudadanía de que, en caso de encontrar a la cría de un animal silvestre, siempre dé aviso a la autoridad ambiental y evite moverla del sitio, tocarla y vigilarla, y mantenerse a una distancia prudente para no ahuyentar a los padres.
“Es muy común que los animales adultos salgan a conseguir alimento y dejen a sus crías solas, ellos siempre serán capaces de ubicarlas con el olfato y el sonido. Intervenir en este proceso puede provocar el abandono de las crías por parte de los animales adultos y generar daños irreversibles tanto para los animales como para los ecosistemas”, indicó la entidad.
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