En medio del dolor por el asesinato de su hijo de 14 años, tras un ataque de las disidencias de las FARC el pasado 14 de enero, la familia deBréiner Cucuñame abandonó su resguardo por amenazas de muerte.
“Era cuidador de la madre tierra y eso es lo que duele de verdad que en esta guerra, que no es nuestra, tengan que pagar los niños con la vida. Esa lucha que se está dando de que los territorios deben ser cuidados y protegidos”, manifestó Jairo Narváez, guardia indígena.
La familia de Bréiner Cucuñame, también dedicada al cuidado del medio ambiente y otras actividades propias de su resguardo, tuvo que salir del territorio.
“También su familia ha salido desplazada de emergencia por situaciones de inseguridad, que los llevan a moverse a otros espacios, lo que preocupa, por lo que rechazamos rotundamente esta acción de los grupos armados del territorio”, señaló Juan Manuel Camayo, Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca.
Publicidad
Las comunidades indígenas culpan al narcotráfico de la situación de violencia que los viene afectando.
“Donde está este flagelo del narcotráfico, pues se permite que se pisotee el territorio y desafortunadamente quien está en contra de eso, lo asesinan, lo matan”, expresó Jairo Narváez, guardia indígena.
Publicidad
Asimismo, hablan con pesimismo sobre lo que pasa en la zona.
“Matar la gente para ellos no es problema, asesinan a quien se atraviese, a quien esté poniéndose en el camino de ellos lo asesinan, es un estorbo y lo quitan a punta de tiros”, dijo Narváez.
A pesar de estos asesinatos, las amenazas e intimidaciones, la guardia asegura que continuará con la defensa y el control en sus territorios defendiéndolo de todos los ataques armados que llegan a desarmonizarlo.