“Hay que quitarnos el estereotipo de que las personas de Tasajera tienen una especie de gen del mal, porque nacieron destinadas para robar y saquear vehículos, no”, sostiene Luis Trejos Rosero, doctor en Estudios Internacionales.
Según él, este era un corregimiento de pescadores que se vio “gravemente afectado por el deterioro ecológico del cuerpo ecológico del que ellos derivan su sustento”.
“A eso hay que sumarle una acción de grandes terratenientes que se están apropiando de la zona y están rellenando la ciénaga”, agrega.
Para agravar su situación, no cuentan con agua potable y pueden pasar hasta ocho diarias sin servicio de luz.
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Tampoco cuentan con sistema de recolección de basuras y rellenan el territorio con los desechos que producen, afirma el profesor de la Universidad del Norte, que señala que esta problemática llevó a que los habitantes no pesquen en la ciénaga, sino en la carretera.
“Son ciudadanos despojados de derechos que tienen que salir a exponer sus vidas a la carretera para poder subsistir”, recalca.
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Trejos lamentó la tragedia que dejó más de 60 quemados y 10 muertos por la explosión de un camión cisterna , pero dijo que “ojalá esto active algún tipo de respuesta institucional” para ayudar a estos colombianos olvidados.
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